🌊| Desde una roca

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El murmullo suave de las olas al ir y venir creaban una melodía relajante en el ambiente, proyectando casi un mundo fantástico frente a sus ojos castaños. La estrella dorada conformada por gas que adornaba el cielo durante el día, ahora estaba ocultándose lentamente detrás del mar, diciendo un adiós silencioso y pintando el cielo de un hermoso naranja con toques amarillos.

A su costado oyó suaves pero firmes pasos que se acercaban a él, caminando por la arena y haciendo crujir algunos trozos de caracolas que habían sido rezagados por el mar. Jimin dejó que una sonrisa se asomara en sus labios al darse cuenta de quien se trataba, durante el día no habían sido capaz de sostenerse la mirada por más de dos segundos al recordar lo que hicieron la noche anterior. La madre del mayor se encargó de llenar el silencio en la cabaña, esa mujer hablaba hasta cuando no debía hacerlo.

—¿En qué piensas?— Jimin respiró ondo al percibir en sus fosas nasales el perfume de Yoongi. Realmente amaba esa esencia característica de su mayor, y siempre se preguntó cómo eso era posible, solo era un olor, pero era el olor de la persona que le daba calma en sus momentos de tormenta, cuando ni siquiera él mismo se soportaba.

—En nada— le respondió, viendo por el rabillo del ojo el chaleco de lana azul que llevaba puesto y que hacía juego con su cabello, el cual estaba adoptando un tono celeste pálido debido a la falta de tintura —Solo miraba el sol, de aquí a que volvamos a Busan, pasará un tiempo.

Jimin sintió que una delgada mano se colaba traviesamente en los bolsillo de su pantalón para sujetar la suya y entrelazar sus dedos con cariño —También te quiero, Jimin— susurró Yoongi en su oído, dejando al antes mencionado con un nudo estrecho en la garganta.

Él se dio vuelta, mirando fijamente los ojos oscuros y delatores de su mayor, afianzó el agarre sobre la mano del pálido y sonrió mínimamente, teniendo recuerdo fugazes de que él mismo le dijo -aún estando ebrio- que lo quería.

Y ahora Yoongi le estaba correspondiendo.

Dio un paso hacia delante y subió su mano hasta tocar con infinito cariño la pálida mejilla de su mayor, sintiendo con vergüenza cómo la otra mano de Yoongi rodeaba su cintura —De ahora en adelante haré las cosas bien— susurró, estando a centímetros de los labios ajenos —No soportaría perderte por segunda vez, hyung.

Observó con amor la forma en que una sonrisa de gomita se dejaba ver en el rostro de Yoongi, realmente había extrañado eso, había añorado las sonrisas juguetonas e infantiles que solía otorgarle su mayor cuando él estaba triste. Había sentido profundamente el dolor de su ausencia, lo puro y verdadero que era su amor, e incluso había visto el daño que causó en el corazón de Yoongi, y se prometió, al verlo sonreír de esa forma nuevamente, que nunca jamás permitiría que esa sonrisa se volviera a borrar. Porque ese día sería su perdición.

—Eres la única persona a la que he amado de verdad, Park— Jimin le devolvió un gesto melancólico, estrechando ambos cuerpos en un abrazo íntimo, recordando la noche anterior, llorando internamente por lo bien que se sentía el tacto firme y seguro de su mayor sobre su piel —No permitas que eso cambie, por favor.

Un pequeño beso fue a parar a su cuello, seguido de otro a sus labios, para terminar recibiendo muchos en toda la extensión de su rostro —Nunca, hyung— le prometió, llevando ambas manos a las mejillas de su mayor y besándolo delicadamente, disfrutando de las pequeñas y suaves mordeduras que recibía su labio inferior, riendo feliz al saber que todo volvería a ser como antes.

«No, no como antes, porque el tiempo pasado nunca vuelve»

Ahora todo sería mejor, mucho mejor.

Taeyang

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Taeyang...digamos que él solo observaba todo lo que sucedía desde una roca.

Ninguno de los intentos que ideó -ni el de la paleta, ni el de dejarlos encerrados- habían funcionado para que ellos se reconciliaran, pero ahora sonreía feliz al saber que su hermano pudo arreglar las diferencias con Jimin. Desconocía el motivo de la pelea -porque Yoongi no solía contarle sus problemas- pero incluso a él le dolía verlos distanciados.

Siempre supo de esa relación, pero nunca dijo nada, no debía meterse en cosas de adultos después de todo, no quería salir perturbado al ver algo que no debía.

Fin

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¿Beach? ¿Bitch? ¡Beach! °ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora