🌊| Vamos despacio, decía

845 126 35
                                    

Advertencia: Contenido +18
Sé que les vale verga, pero wattpad se pone mamón, si no aviso me borra historias jdkdhdkd

Yoongi reaccionó y salió de su bruma de deseo al oír un pequeño jadeo ansioso escaparse de los labios de Jimin, abrió los ojos y lo separó de su cuerpo, notando como los belfos de su menor estaban rojos e hinchados producto del fogoso beso que est...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yoongi reaccionó y salió de su bruma de deseo al oír un pequeño jadeo ansioso escaparse de los labios de Jimin, abrió los ojos y lo separó de su cuerpo, notando como los belfos de su menor estaban rojos e hinchados producto del fogoso beso que estaban llevando a cabo hace un momento.

Vamos despacio, decía.

¿Qué pasó? Pasó que nunca pudo resistirse a los encantos de su menor, mucho menos a los sexuales.

Y eso quedó más que claro cuando comenzó a sentir que sus pantalones le apretaban más de la cuenta, Jimin tampoco lo pasó por alto, y sonriendo lascivo, volvió a acercarse a su cuerpo, dándole la espalda para restregar descaradamente su esponjoso y redondo trasero contra la entrepierna del mayor. Yoongi cerró los ojos, dejándose llevar por el adictivo movimiento de caderas, colocando sus manos en ellas y hundiendo su rostro en el cuello de Jimin, respirando el olor que estuvo anhelando en silencio por tanto tiempo.

Pasó su lengua húmeda por el cálido lugar y dio un pequeño mordisco en el lóbulo de la oreja, arrancándole un suave gemido a su menor —Hyung...— Jimin sabía cómo provocarlo, porque con esa simple palabra, la presión en su ropa interior creció aún más, indicando que su miembro necesitaba liberarse y ser atendido con urgencia.

—No podemos hacer esto aquí...— gimió Yoongi, presionando aún más las caderas de Jimin contra su entrepierna, disfrutando de la sensación placentera y excitante que eso le provocaba.

En un cerrar de ojos, Jimin se bajó la cremallera y luego sus pantalones, con ropa interior incluida, dejando su trasero al descubierto —¿Por qué no?— preguntó mientras tomaba una mano de Yoongi y la llevaba sin tapujos a su entrada, sintiendo un escalofrío recorrer su espina dorsal cuando la yema de los dedos tocaron tentativamente su botón, digamos que nunca tuvo demasiado pudor con el exhibicionismo.

—Porque no tenemos protección— hizo un poco de presión e introdujo el dedo índice, y al mismo tiempo, con su otra mano tapó la boca de Jimin para evitar que este gimiera producto de la repentina intromisión, conocía lo escandaloso que podía llegar a ser su menor cada vez que tenían sexo —Y se escucha todo por las paredes.

Jimin se inclinó, ahogando un gemido y metiendo su mano detrás de la mesita de noche para sacar lo que siempre llevaba con él —¿Q-quién dijo que no?— dejó ver un condón entre sus dedos, Yoongi definitivamente no se esperaba eso —Prometo ser silencioso— susurró, moviendo sus trasero para que su mayor siguiera penetrándolo con los dedos.

Yoongi dejó de pensarlo, Jimin había jugado demasiado con su autocontrol -que de por si ya era escaso-, y ahora lo tenía ahí, casi pidiendo que lo follaran. Así que llegó a la conclusión de que mientras mordiera la almohada y no emitiera ruido alguno, todo podría seguir normal al día siguiente con sus padres.

Quitó él dedo de su interior para llevarlo hacia la cama y recostarlo boca abajo, obligándolo a abrir las piernas, teniendo toda la vista de su entrada, la cual se contraía dolorosamente pidiendo atención. Abrió el condón con sus dientes y untó dos de sus dedos en ese viscoso aceite, luego los acercó al esfínter de Jimin y comenzó a entrar despacio, disfrutando de ver como los músculos de su menor se contraían por la invasión que sentía en su interior. A medida que se abría camino con sus dedos, Yoongi le subió la playera para ir dejándole marcas con sus dientes por toda la extensión de la espalda, oyendo con satisfacción los gemidos bajitos y suaves que dejaba escapar Jimin. Amaba su voz, su cuerpo, sus reacciones corporales y todo lo que tuviera que ver con la calidez de su persona.

—Nada de hacer ruido— le susurró al llegar a su oído, sacando sus dedos y volviendo a meterlos, doblándolos en una mínima cantidad para intentar alcanzar el punto de placer, sabiendo que lo logró cuando vio que Jimin se corría quedamente sobre la frazada de su cama.

—Otra vez...— le pidió en susurros, moviendo su cadera hacia adelante y hacia atrás para indicarle lo que quería, al igual que hace unos segundos. Yoongi se montó sobre él y fingió embestidas, aún con su ropa puesta, sintiendo la humedad y el calor en sus pantalones.

—Respira— le dijo al quitar los dedos. Se despojó de su ropa en menos de dos segundos y se colocó el condón, empapando sus manos con ese líquido para luego posarlas en la estrecha cintura de Jimin y sentir la piel fría de su menor, húmeda por el lubricante y roja por sus marcas.

Tener sexo con él de esa forma era lo que su corazón entendía por añoranza. Oír la respiración agitada de Jimin cada vez que su miembro entraba y salía de él, sentir el leve temblor de su pequeño cuerpo antes y después de alcanzar el orgasmo por segunda vez, era algo que Yoongi no podría encontrar hermoso en ninguna otra persona, pero su menor convertía hasta el acto sexual más obsceno en algo digno de admirar y disfrutar.

El sudor recorría sus cuerpos, la temperatura corporal estaba por las nubes, era tercera vez que Jimin se corría y Yoongi no era capaz de salir de su interior, amarraron el condón y lo dejaron tirado en algún lugar perdido de la habitación, volviendo a unir sus cuerpos por segunda vez, pero en esta ocasión, sin ningún tipo de protección de por medio, solo piel contra piel, como siempre debió haber sido, como siempre quisieron intentarlo.

Lo sujetó por la nuca, y antes de correrse en su interior, lo beso como si el mundo se fuera acabar, obligándolo a abrir la boca para encontrarse con su lengua —Mañana no podré mirarte al rostro— le dijo sobre sus labios, admirando con amor el tinte rojo de sus mejillas acaloradas y sintiendo el cuerpo de Jimin temblar despacio bajo su torso desnudo.

—Y-yo m-menos— le respondió jadeante antes de volver a buscar su boca para seguir besándolo.

La tensión sexual que por tanto tiempo había persistido entre ellos luego de su ruptura, finalmente había sido liberada. Y vaya que no se arrepentían.

¿Beach? ¿Bitch? ¡Beach! °ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora