Cuarentena

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Los rumores acerca de un virus a nivel mundial seguían corriendo por la escuela. en las calles se veían algunas personas usando mascarilla. Aún no se había confirmado ningún caso de esta extraña enfermedad en el país, pero por lo alarmantes que eran las cifras y la rapidez con la que se propagaba todos comenzaban a asustarse.

- Las personas son tan exageradas ante cualquier noticia que revisan en redes sociales - habla Gonzalo mirando el camino mientras conduce.

- ¿De qué hablas? - dice ella sin retirar la vista de la ventana. Sus viajes en el auto siempre son así, se sienta en el asiento de copiloto y mira por la ventana. El instituto queda a unos quince minutos de la casa, raras veces, como hoy, hablan de algo.

- ¿No has oído nada de ese virus que se originó en China? - la mira por unos segundos, tan linda como siempre, lleva su uniforme y la chaqueta que él le regaló, su cabello suelto, y completamente liso, le cubre las orejas, no usa una gota de maquillaje.

- Algo me explicó Patricia mientras cocinábamos ayer, pero no he visto mucho, no tengo tanto acceso a Internet - observa los árboles que hay en el camino, como quisiera bajarse del auto y correr hacia ellos perderse ahí.

- Te conseguiré un teléfono, lo prometo - de nuevo mira a Bella, él piensa que no lo nota, pero ella se percata de los ojos sobre ella, solo no quiere ver a Gonzalo, le teme y prefiere evitar cualquier contacto - Solo tengo que saber que puedo confiar en ti.

- Lo sé - nunca habla mucho con él, con las demás personas que trabajan en la casa si conversa y pasa tiempo, sobre todo con Patricia, le ayuda a cocinar y a lavar los platos.

- Por cierto, ¿sabes que no tienes que ayudar en la limpieza de la casa, ni a cocinar verdad? - gira en la calle que da al instituto.

- Lo sé, pero no me gusta sentir que vivo gratis en tu casa, tú has puesto un techo sobre mí y me has dado comida y más ropa de la que podría usar en un año - por primera vez en la mañana le mira.

- No lo hago para recibir algo a cambio. Y tú no vives gratis en mi casa, estás ahí por obligación - toca su brazo con delicadeza lo que hace que ella sienta un escalofrío - De verdad no quiero que sientas que estas en una prisión, quiero que sientas que es tu casa.

- Es que no es mi casa - Bella clava sus ojos en él.

- Lo sé, solo estoy tratando de que seas feliz - sus palabras son sinceras, él siempre se ha preocupado por las personas que lo rodean, lo hizo por su madre y por su hermana y ahora quiere hacerlo por Bella.

- Entonces deja que me vaya - hay un brillo en su mirada - Déjame ser libre y regresar con mi familia, así seré feliz.

- Ya te dije que, aunque quisiera, no puedo hacerlo - entra al parqueadero del colegio - No puedo ir en contra de algo que hizo mi padre, y no sólo por mí, también lo hago por ti - estaciona y la mira - Créeme que si él se entera de que te dejé ir regresará a buscarte o a tu padre y no será tan compasivo. Él no es un buen hombre - ella de nuevo aparta la vista.

- Se que tú no puedes hacerlo, pero no me pidas que me acostumbre a esa lujosa prisión de cristal, no es mi casa y no sé si algún día la pueda considerar un hogar. Y puedes confiar en mí, no voy a escapar, ni dar mi ubicación a nadie, sé que por el bien de mi familia no puedo hacerlo.

- Bella de verdad siento que nos hayamos conocido en esta situación y lamento que mi hogar te parezca una cárcel - ella se da cuenta de que esta triste y de que sus palabras fueron hirientes. Gonzalo baja del auto y comienza a caminar hacia el gran edificio.

- Espera - dice bella tomándole del brazo y hace que se voltee - Lo siento, tienes razón, es tu hogar y yo no tengo porque hablar así de él. Sin importar los malos momentos que hemos pasado, tú te has comportado bien conmigo, casi siempre - ambos ríen - Estoy agradecida y te prometo que trataré de sentir que estoy en mi casa.

- Nos vemos luego Bella - dice besando su mejilla, entra al edificio ante la atenta mirada de ella.

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Las clases pasan lento, Bella siente como gruñe su estómago, la hora del almuerzo está cerca y ella muere de hambre. Mira el reloj, veinte minutos más y la clase termina. Le ha costado bastante seguirles el ritmo a sus compañeros y a sus clases, el tiempo que estudio en casa hizo que se atrase demasiado en algunos temas, Gonzalo le consiguió un tutor que le ayuda en las tardes a ponerse al día.

- Señorita Hamilton, ¿si está quedando claro? - el maestro de álgebra en italiano la mira.

- Creo que si - dice con timidez.

- Entonces pase a la pizarra y resuelva el ejercicio.

El problema que Bella tiene con la materia no es el álgebra, es la parte del italiano. La academia Mountain ofrece algunas de sus clases en italiano, por lo que ella ha tenido que tomar algunas clases intensivas para ponerse al día en el italiano. Se pone de pie y camina hacia el pizarrón, el ejercicio es fácil, le toma algunos minutos resolverlo.

- Muy bien, puede tomar asiento - mira a la clase - Señor Wheeler, veo que va a tener competencia por el premio del mérito académico

- ¿Qué es eso? - le susurra Bella al chico que tiene al lado.

- El día de la graduación la academia le da una condecoración al estudiante con las mejores calificaciones y que más se ha destacado en su rendimiento. Gonzalo ha estado en la cabeza desde hace dos años - mira a la chica - Pero parece que va a tener competencia, escuché que tienes notas muy altas en tu anterior instituto y que te fue muy bien en tus exámenes de admisión.

- ¿Cómo sabes eso?

- Daniel Lewis - dice extendiendo le la mano - Presidente estudiantil, nada pasa en esta escuela sin que yo lo sepa.

- Bella Hamilton, un gusto - dice con firmeza.

- Estudiantes de la academia Mountain - la voz de la directora se escucha por los parlantes - Permítanme su atención un momento, tengo un anuncio importante que hacerles. Como todos ya deben saber, existe un virus que se está propagando a nivel mundial, los primeros casos se registraron en el país hace un par de semanas, pero recién salieron los datos a la luz. Al parecer el virus se está esparciendo de una manera acelerada y el gobierno ha decidido poner al país en estado de emergencia. Se ha decretado, hace pocas horas, cuarentena obligatoria a nivel nacional, sus representantes ya fueron informados. Les pido mantener la calma y cuidar de su salud en todo momento.

Los murmullos comienzan en toda la clase. Todos al pendiente de que más tenía la directora para decirles. Bella está atenta de cada palabra, pues si entendió con claridad, desde ese momento tiene que confinarse en la casa de Gonzalo, con él, hasta nuevo aviso.

- Los buses ya están aquí para llevarlos a casa, espero que pronto nos volvamos a ver, pero mientras tanto estén al pendiente de las páginas oficiales de la institución y de sus correos electrónicos, ahí mandaremos el protocolo a seguir para las clases. Gracias por su atención, y cuídense mucho - en cuanto la voz se apagó todos comenzaron a hablar entre sí.

- Silencio por favor - dice el maestro - Ya escucharon a la directora, ahora retiren se a sus casas estudiantes, espero verlos pronto.

- Que interesantes semanas vamos a pasar tu y yo - la voz de Gonzalo en su oído la hace sobresaltarse - ¿No crees? - dice a la espalda de Bella.


Holaaa, aquí les dejo otro capitulo, espero que estén disfrutando de esta historia.

No de olviden de votar y comentar, siempre los leo.

Los quiero.

Besos,

-Paula-

Cuidado con la bestia. (SMC2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora