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Si las alarmas no existieran el mundo sería mejor.

Miento, no podría despertarme, obtendría regaños, etc. 

Me arrastro fuera de la cama hacia el baño; hace un frío horrible afuera. El agua sale helada, pero al menos me ayuda a despertar más fácilmente. 

Vuelvo, me cambio, y me pongo encima de la chompa otra casaca. Me subo las medias hasta la rodilla, me pongo los zapatos negros y bajo del cuarto; mi mochila ya está en el sofá.

- Buenos días Carmín. - dice mamá apenas entro a la cocina.

- Buenos días.

- Buenos días. - dice Lu entrando igual de abrigada que yo.

- Hace frío, pero ustedes dos parecen que se van a la nieve. - bromea mamá y reímos.

- No lo negamos. - contesta Lu.

- ¿Te ayudo con el desayuno ma?

- Dale Cari. Lu, ¿puedes poner la mesa?

Mi hermana asiente y me levanto para preparar los panqueques junto a mamá.  

- ¿Ya no te molesta el pie, cierto? - niego. - Me alegro cariño.

- Le escribiré a Tamara para preguntarle si puedo ir un rato más tarde a entrenar.

- Pero si mañana también tienes clase...

- Ma, el festival es el lunes que viene, y me he perdido ya de varias prácticas, no puedo quedarme sin hacer nada.

- Está bien, pero ten cuidado.

Asiento. Mamá comienza a poner la mezcla en la sartén, y tras unos minutos yo me encargo de voltearlos y de servirlos. A Lu le pongo algo de miel, yo algo de crema y mamá con crema y frutas.

- Está rico ma. 

- No hables con la boca llena Lu.

Río. - Lo mismo le dije ayer.

Ella nos saca la lengua y reímos.

Acabamos de comer, dejamos todo en el lavadero y subo a lavarme. Me peino y llevo unas ligas en mi bolsillo de la falda, para que Manu me peine si estamos temprano.

Vuelvo a revisar si algún libro de arriba me falta y bajo. Guardo todo en la mochila y saco el celular. Le dejo un mensaje a Tamara esperando que me responda y me dirijo a la cocina.

- Carmín.

- Dime mamá.

- La modista llamó, dice que los vestidos estarán para mañana a la tarde.

- Justo para la práctica.

- Dijo que los generales serán en otro gimnasio, ya nos pasó la dirección, y si, todas con vestuario.

- Está bien ma, gracias. - 

Escuchamos el claxon del carro. Mamá nos abraza.

- Tengan lindo día.

- ¡Igual ma! - respondemos las dos y salimos.

Saludamos a Rey, entramos y mi hermana se duerme apoyada en mi hombro. Supongo que ha estado entrenando mucho.

He dejado de ir al roller, no me parece extraño, pero si me es raro no pararme sobre los patines. Creo que Lu tenía razón. 

No prendo el celular porque creo que la puedo despertar, pero si me mantengo despierta y de a pocos disminuye el frío; no sé si es por la calefacción del auto o porque ya el cielo se ve más celeste que antes.

Dust 》CarmínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora