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Todo es negro, solo veo a Sharon parada frente a mi.

- ¿¡Por qué ella es tan perfecta!? ¡Hasta su mentira se la creen! ¡No es posible! - está gritando frente a un espejo. 

De la nada voltea y me mira. Intento moverme, pero me es imposible levantarme.

- ¡Todos, todos pagarán por eso!

Me levanto agitada, me calmo cuando me doy cuenta que fue un sueño. Me recuesto de nuevo, paso las manos por mi rostro, frustrada. 

¿Es en serio? Cuando necesito sueños, son con mamá, no con Sharon.

Intento volver a dormir, pero me es imposible conciliar el sueño. Suspiro y me levanto, abro las cortinas y me acerco a tomar el celular.

9:45 dice el reloj. 

Al ver que hace algo de sol me pongo las pantuflas y bajo sin cambiarme. Mamá no está en la cocina, solo veo a Lu que se fríe unos panqueques.

- Buenos días.

- Hola Cari.

- Lu, ¿a qué hora llegaste ayer?

- Después que te dormiste, me quedé con Nina viendo películas, y como ella y su mamá salieron hoy no podía quedarme a dormir, así que Rey fue por mi. ¿Panqueques?

Asiento. Voy por los platos y Luna va sirviendo algunos en una pequeña pila. Saco el dulce de leche y la pequeña lata de crema batida mientras Luna saca algunas fresas y las pica.

Dejamos todo listo, ella termina de preparar el desayuno y nos sentamos las dos frente a la pequeña isla a comer.

- ¿Qué tal ayer?

- Bien, salí con papá, me encontré con Nicolás, almorzamos, Fundom y vinimos a comer lasaña con los chicos.

- ¿Mamá hizo lasaña?

- Sep.

- Me la perdí.

- Pues si, que pena.

- ¿Y con Alex? - me mira pícara.

- Nos... nos escucho a las chicas y a mi hablar de  que Nicolás quería algo conmigo, yo me negué y justo Alex llegó. Me dijo que no tenía que tener miedo de contarle las cosas, que él no se enojaría.

- Ay, amo. Encontraste al chico perfecto.

- ¿Y vos con Matteo?

- Ahí.

- ¿Ahí cómo?

- No hablamos mucho.

- Extraño.

- Pues si.

Ella vuelve la vista a su comida y yo tomo mi celular y le mando un mensaje. Queda en recibido, espero me responda pronto.

- ¿Vamos al roller?

- Hermana, vives preguntando eso.

- ¿Vamos?

- No sé.

- Andaaaaa.

- Luna, mamá nos matará.

- ¿Si Rey nos lleva?

- Podría ser, supongo. Pero igual hay que hab.... - no me deja terminar la frase y sale corriendo a buscar a papá.

Mi teléfono suena, es su respuesta.

"Nos vemos en el parque cerca del Blake a las 4."

Le envío un "ok" como respuesta y vuelvo a dejar el teléfono sobre la mesa. Luna vuelve corriendo.

Dust 》CarmínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora