Extra 2

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Antes de leer, me gustaría aclarar que soy un asco en esto :’D y estuve investigando un poco jaja, pero al final decidí decididamente que me creare mi propia forma de hacer la boda (que igual no tiene tantos cambios), la ceremonia y todas esas cosas (igual no me adentre tanto en eso) wuajajajaja, aún tengo neuronas en funcionamiento, las demás siguen en recuperación… Creo.

Antes de leer, me gustaría aclarar que soy un asco en esto :’D y estuve investigando un poco jaja, pero al final decidí decididamente que me creare mi propia forma de hacer la boda (que igual no tiene tantos cambios), la ceremonia y todas esas cos...

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Todos se encontraban nerviosos, corriendo de un lugar a otro, charlando, cotilleando, las voces de las personas podrían escucharse hasta los lugares más escondidos de la tierra. La emoción podía notarse en los ojos de todas las personas sin ninguna dificultad. Los bellos adornos y los delicados pétalos de flores se movían al compás del viento creando una hermosa vista.

Los cielos parecían celebrar a la par de ellos, esto solo hacia latir los corazones de las personas en una sensación agradable.

En medio de todo eso, se encontraba un chico de cabello negro cual noche sin luna, y de ojos de un negro profundo y brutal, pero que contenía rastros de un nerviosismo profundo. Aquel joven estaba sufriendo internamente, dando gritos para sus adentros, su pequeño corazón dando saltos y vueltas, golpeando su pecho con una fuerza preocupante que le estaba dando problemas. Pasaba saliva con dificultad, pero lo hacía de forma constante, sentía como la corbata junto con el cuello de la camisa le apretaban e impedían que respirara.

El suave aire y aroma de las flores le tranquilizaban un poco, pero volvía a sus nervios iniciales al escuchar a toda su familia hablar tan animadamente, al igual que unos traviesos niños que se reían al verse descubiertos por robar un poco de comida. Los árboles se mecían apaciblemente, sus ramas y hojas meciéndose de un lado a otro en un lento compas, se podía apreciar de igual forma el movimiento de los candelabros que colgaban entre diversas ramas.

Las sillas de cada invitado estaban perfectamente decoradas, de una manera simple, pero sin perder su encanto. Todos estaban esperando a que la ceremonia diera comienzo, esperaban poder disfrutar y ser parte de aquella y tan ansiada unión.

Por otro lado, en una habitación totalmente apartada de todo el bullicio, en una silla acolchada y elegante, se encontraba sentado un pelirrojo que portaba un traje completamente blanco que hacía resaltar aún más su cabello, así como su figura. Combinaba de forma exquisita con su pálida piel, sus ojos marrones tenían un brillo bastante peculiar y agregando más encanto a su rostro, una sonrisa imborrable estaba formada por un par de labios finos pero seductores.

Parecía completamente tranquilo y así es como se encontraba, con un leve sentimiento de aburrimiento, lleva en esa habitación desde la mañana y no se le permitió salir. Sus pensamientos pronto se vieron inundados por la imagen de un joven de cabello azabache, sonrisa brillante, ternura en sus ojos y de expresión nerviosa. Reteniendo el suspiro decidió seguir esperando a sus padres.

Aunque por mucho que quisiera ignorarlo, sus manos estaban sudando un poco, el sonido de sus zapatos al golpetear constantemente el piso mostraba su nerviosismo, justo cuando su paciencia llego al limite y estaba por levantarse, el sonido al abrirse la puerta le hizo reaccionar y volver a tomar asiento.

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