Detestable Amor (2°PA)

Capítulo 37.

Dominic.

Se lo había prometido, nadie más se metería con nuestra familia y volvería a ponerlos en peligro, por eso habíamos hecho de todo con Christopher para mandar a la loca de Emma al mejor neuro psiquiátrico en la otra punta del mundo, sin poder salir y sobre todo con profesionales que nos irán contando su estado, por mí podía morirse y pudrirse en el mismísimo infierno, pero Megan es demasiado buena, así que tuvimos que ser piadosos.
Un problema menos en que preocuparnos, mientras la seguridad de mis hijos y la de mi esposa estén siempre asegurados, ahora solo nos quedaba ser felices, le prometí felicidad así será hasta el día de mi muerte, por los menos estos años no hay momentos tristes con ellos, solo creando buenos momentos con mi linda familia.

- Evan será padre - escucho que Megan y Jud murmuran.

- ¿Ana cómo está? - pregunta mi esposa contenta.

¿Bank había dejado embarazada a mi hermanita antes del matrimonio?

Eso sí que no me gusta para nada.

- ¿Papi? - dice mi hijo tirando de mi pantalón.

- ¿Qué sucede? - le pregunto tomándolo entre mis brazos.

Nuestros gemelos ya tienen cinco años y todavía no se reconocer cuál es cuál, una vergüenza pero en mi defensa son exactamente iguales.

- Mamá dice que no debemos escuchar detrás de las paredes - me recuerda frunciendo su ceño.

¡Carajo!

Si esto llega a oídos de mi esposa me mandaría a dormir en el sillón por chismoso.

- Esto será un secreto - lo miro a los ojos. El color es tan igual a los grises de mis ojos que es como mirarme a mí de pequeño.

- ¿Cuánto me darás? - inquiere enarcando una de sus cejas.

Digno hijo mío.

- ¿Cuánto será está vez, Harry? - consulto suspirando mientras lo bajo de mis brazos para sacar mi billetera.

- Soy Landon, papá - comenta rodando los ojos.

- Si Landon - acoto sacando diez dólares.

- Esto es poco - se queja.

- Sin dudas eres mi hijo - aseguro sacando un billete de cien dólares.

- Es un placer hacer negocios contigo, papá - dice sonriendo para irse dejándome nuevamente solo y trato de escuchar algo pero para mí mala suerte las chicas ahora estaban hablando sobre la exposición que Megan hará en un par de semanas.

- Cariño salgo un rato - le aviso a mi esposa.

- ¿Dónde vas, Dom? - me pregunta.

- Debo resolver cuestiones legales de la empresa - miento pasando por su lado.

- ¿Christopher irá contigo? - consulta mi cuñada frunciendo su ceño.

- Voy a tu casa, ahí vamos a trabajar - les respondí saliendo rápidamente de mi casa para encontrarme con mis guardaespaldas.

- ¿Qué sucede señor? - consulta Antón.

- Necesito que me traigan a Evan a lo de Christopher, ahora mismo - ordeno tecleando en mi celular para decirle a mi hermano que iba a su mansión, vivíamos a lado, debía salir de mi casa y caminar unas cuadras para llegar.

- ¿El señor Bank? - habla Conrad confundido.

- Me lo traen lo más rápido posible - repito.

- Como ordene, señor - responden mirándose entre ellos confundidos.