Capítulo 8.

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Judith.

Tenía esa rara sensación de que alguien me estaba observando en cada paso que hacía rumbo a la empresa, capas eran ideas mías pero eso no evitaba que mi lado paranoico salga a flote.
Desde esa noche donde apareció el padre de mis jefes en el cumpleaños de Maddie todo se volvió más extraño y sobre todo Dominic se volvió más protector pero a la vez se había distanciado un poco de mí. Todavía en mi cabeza seguían sus palabras, escucharlo decir eso cuando me arrinconó en esa pared solo provocaba que mi líbido por ese hombre crezca mucho más.

- Buenos días señorita Manning - me saluda el señor Meitzner pasando por delante de mi escritorio.

- Judith - dice su guardaespaldas sonriendo.

- Buenos días - digo siguiendo el paso de ellos.

Federick me sonríe y deja que pase primero la puerta mientras el señor Meitzner se acomoda en su sillón listo para escucharme.
Cómo es costumbre de él escucha sus reuniones del día y después me hace recordarle las demás semanas.

- Necesito que reorganice todo el itinerario del próximo viernes, me lo tomaré libre - me informa.

- Próximo viernes - anoto viendo que para mí suerte no teníamos nada para ese día.

Salgo de su oficina lista para volver a mi escritorio justo cuando choco con un cuerpo que no duda en sostenerme.

- Siempre distraída - levanto mi cara al escuchar esa voz para observarlo.

- Dominic - murmuro embelesada con su belleza.

- Hola Jud - dice pasando su mano por mi mejilla.

Me aparto de su agarre un poco avergonzada y sintiendo como mis mejillas se ponían súper coloradas porque mis pensamientos me estaban traicionando en ese momento.

- ¿Desea algo Dominic? - pregunto al aclararme la garganta.

Se cruza de brazos mirándome con atención. - Deseo tantas cosas, querida Jud - dice pero eso tono de voz incitaba a otra cosa.

- Puedo cumplir con lo que desee  - esas palabras salen de mi boca no solo sorprendiendo a él sino que a mí también.

- No tientes al diablo - comenta con media sonrisa.

Ambos nos quedamos en silencio cuando su hermano acompañado de su guardaespaldas salen de la oficina y Federick me guiña el ojo al pasar delante nuestro.

- Voy a mi reunión pactada - acota al levantar la mirada y observar a su hermano.

- ¿Por qué mierda este idiota tiene que rondar la empresa? - inquiere Dominic fulminando con la mirada al guardaespaldas.

- Es el jefe de seguridad de nuestra familia, está revisando toda la seguridad de la empresa - responde el señor Meitzner con obviedad.

- Lo que veo es que coquetea con la secretaria, no mirar si nuestra empresa es segura - declara molesto.

- Muy temprano para tus dramas y planteos - le contesta bufando.

- Vete al carajo Christopher - responde Dominic caminando furioso a su oficina.

- Cualquier cosa comunícate a mi celular - acota mi jefe antes de marcharse.

- ¿Algún día de estos aceptarás tomar un café conmigo? - inquiere Federick sonríendo.

- Después veremos - me limito a contestar.

- Solo un café - agrega enarcando una ceja.

- ¡Federick! - grita el señor Meitzner.

Detestable Amor (2°PA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora