Dominic.
El jardín de la gran mansión era un caos, podía escuchar a mi madre dar órdenes a cada uno de los empleados y todo esto se debía a qué estábamos de celebración, la pequeña Maddie cumplía un año de vida y había que festejarlo al estilo Meitzner.
Conociendo a mi mamá se que era algo íntimo pero sin dudas extravagante, ella haría todo por sus nietos sobre todos consentirlos de más, cosa que Christopher nos regaña a ambos cuando lo hacemos pero esos dos niños son una debilidad para toda la familia.- Buenos días - escucho la voz de mi cuñada.
- ¡Bella Meg! - exclamo viendo que deja demasiadas cosas sobre la isla de la cocina. - ¿Cocinaras tú? - inquiero confundido.
- Solo haré el pastel, Annet se hizo cargo de la comida que se serviría hoy - contesta con una gran sonrisa.
- Dios escuchó mis plegarias pensé que iba a morir intoxicado - bromeo de forma dramática.
- A tí Dios va a castigarte, siempre diciendo su nombre - acota sacando las cosas de su bolsa.
- Ahora que me acuerdo muy bajo lo tuyo y esa broma que nos hiciste - recuerdo.
- No era una broma Dominic, es una apuesta. - sonríe con malicia. - tu apostaste que tendría cinco o seis hijos con Christopher yo aposté que tú dejarías a Jud embarazada antes - repite sin borrar su sonrisa.
- Prepárate para perder - la desafío.
- Prepárate para aprender a cambiar pañales - bromea dándome una mirada que no sabía que significaba.
- Acá estas - aparece mi hermano cargando a Maddie en sus brazos.
- ¡Pero si es la cumpleañera más linda! - digo embobado mirando a mi bella sobrina.
- Está conmigo Dominic - dice Christopher impidiendo que le quite a su hija.
- ¿Quieres venir con el tío? - le pregunto a Maddie que me observa hasta que estira sus brazos para que la cargue. - Feliz cumpleaños princesa - agrego besando sus mejillas generando que empiece a reírse.
- Encontré a esta bella señorita perdida por el recinto - habla Federick, el jefe de seguridad de nuestra familia que traía a su lado a una tímida Judith.
- Vuelves a decirle bella y te sacaré los ojos, querido Federick - sentencio con firmeza.
- Celos - tose Christopher a mi lado.
- Idiota - mascullo cabreado.
- ¡Oye! - Megan golpea mi brazo. - No digas malas palabras enfrente de mi hija - agrega dándome una fulminante mirada.
- Solo tiene un año, ni hablar sabe - comento mirando a mi sobrina que me observa con esos grandes e intensos ojos grises.
- ¡Tía Jud! - escuchamos el grito de Lorenzo que aparece y la abraza.
- ¿Tía Jud? - aparece mi madre que me mira achinando sus ojos.
¡Estoy jodido!
- Hola - saluda Judith tímida.
- Hola linda - habla mi madre al acercarse. - Soy Annet, la mamá de Christopher y Dominic - se presenta dejando dos besos en su mejilla.
- Un gusto señora - responde muy avergonzada.
- Necesito que me liberen la cocina, que con Jud debemos hacer un pastel - dice mi cuñada al expulsarnos de la cocina.
- ¿Sabes cocinar? - pregunto provocando que Christopher se ría a mi lado.
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Detestable Amor (2°PA)
RomanceSegunda historia de la Saga Pasión Alemana (PA) Dominic es un seductor nato, su único problema es que tenía la capacidad de meterse con las mujeres equivocadas, locas y obsesivas que solo traían problemas hasta que accidentalmente ella apareció en s...