Dominic.
Era el primer día de esta semana que me levanto sintiéndome bastante bien, he hablado con mi amigo Giovanni para que me haga unos estudios médicos en unos días. Se que tengo algo y si voy a morir debía preparar a mi familia para ese proceso, algo dentro mío decía que esta enfermedad terminará con mi vida. Se que es un poco dramático de mi parte pero era una persona sana y de una semana a otra que haya empezado con todo esto de los vómitos, de ese mareo extremo, mi cansancio, además había perdido peso y mamá se había dado cuenta de ello, me tenía entre ceja y ceja, el chismoso de Christopher le contó lo sucedido en Alemania, lo que la dejó más preocupada.
- ¿Estás bien? - escucho que me pregunta mi hermana.
- Hoy me de levanté de maravilla - digo al sentarme a desayunar con ellos.
- Buenos días - saluda Megan uniéndose con Maddie en sus brazos.
- ¡Titi! - chilla la pequeña al vernos.
- Esa niña tiene muchas pilas - digo viendo cómo corre para besar a su tía y luego viene a dónde estoy para hacer lo mismo.
- ¿Ya te vas? - escucho que le pregunta Chris a Meg.
- Si, Annet gracias por cuidarla - le agradece a mi mamá mientras deja un beso la mejilla de su hija y luego hace lo mismo con Lorenzo. - Nos vemos para el almuerzo - agrega al despedirse de todos.
- ¡Espera Meg! - mi hermano la sigue y se alejan, no puedo escuchar lo que dice, pero la cara de Christopher cuándo vuelve lo dice todo. Está enojado.
Desayunamos ante la atenta mirada de mi madre, este día al sentirme, mejor que nunca me permito disfrutar e ingerir cada alimento. Es la primera vez en la semana que podía comer algo sin terminar vomitando, eso ya es un gran logro.
Después de terminar, es momento de ir a la empresa, seguía notando el enojo de mi hermano y se complicó al Frederick acercarse.- La señorita está en una clínica de maternidad - le informa.
- ¿Maternidad? - consulto frunciendo el ceño.
- ¡Lo sabía! - gruñe Christopher tenso. Sigo a mi hermano confundido, enojado siempre la jode y por eso no quería que lo haga, más ahora que Megan se vendrá a vivir con nosotros.
- ¿Qué sucede? - le pregunto desconcertado.
- Megan está embarazada, no entiendo el porqué no quiere decirme. Está vez no iré a ningún lado ... -
- ¿A caso no sabes usar condones? - inquiero suspirando.
- Idiota - masculla al mirarme de la peor forma.
En silencio vamos a la clínica de maternidad, no puedo creer que haya dejado embarazada a Megan, de nuevo y uno que gasta dinero en condones, se lo regala y mi hermano no es capas de usarlos. Otra boca más para alimentar y bueno, acostumbrarse a la idea de tener otro sobrino, no es que no lo quiera sino que para mi, Megan es muy joven y debería terminar con sus metas estudiantiles antes de tener otro hijo, pero acá estamos.
- ¿Ese es Evan? - acoto mirando al amigo de mi cuñada.
- Si, es él - espeta mi hermano con rabia.
Caminamos por el largo pasillo, el chico a vernos abre sus ojos en grande y se mete en un consultorio, de seguro que ahí debe estar y las sospechas son confirmadas cuando mi cuñada sale para enfrentar a mi hermano.
- Te lo pregunte bien Megan, me lo negaste ahora ocultas eso ¿cuándo tendrás la cara de decirme lo del embarazo? - contraataca Christopher cabreado.
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Detestable Amor (2°PA)
RomantizmSegunda historia de la Saga Pasión Alemana (PA) Dominic es un seductor nato, su único problema es que tenía la capacidad de meterse con las mujeres equivocadas, locas y obsesivas que solo traían problemas hasta que accidentalmente ella apareció en s...