Prólogo

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A/N: ¡Hola de nuevo! ¡Qué gusto estar de vuelta por aquí!

Quería daros este fic a modo regalo sorpresa por mi cumpleaños para así distraerme de la crisis existencial de estar a un año de los 25, peeeeero un diablillo que me hablaba por WhatsApp me ha persuadido de que era mejor adelantarlo unos días y aquí estamos.

Mi intención era haberlo publicado mucho antes (en septiembre!!!!) (pttffff no sé en qué mundo de yippie vivía pero definitivamente no era en la realidad). Pero bueno, de buenas intenciones está el mundo lleno, ¿verdad?

Yo ya no estaba en el mejor de los estados mentales y anímicos, y el 2020 vino a decir: hold my beer :)))) ¿Pero qué os voy a contar que no sepáis ya?

Además, para variar, mis planes para este fic eran que rondase entre los 5—10 capítulos. Estaba de lo más convencida de que este no iba a ser largo (no sé por qué me sigo engañando a mí misma de esta forma) (siempre pienso lo mismo y luego nunca lo cumplo). Y al final me salieron 20 + un epílogo :))))

Así que eso también retrasó todo el proceso, lógicamente. Pero por lo menos tanta espera ha merecido la pena porque ya tengo la historia entera escrita y publicaré un capítulo todos los jueves de cada semana hasta que se agoten.

El título viene de When We Were Young, de Adele, canción que fue parte de la inspiración base tras esta historia, y los versos del comienzo son de Invisible String, de Taylor Swift.

Espero que os guste 💜

***

MY GOD, THIS REMINDS ME OF WHEN WE WERE YOUNG

Time, mystical time

Cuttin' me open, then healin' me fine

Were there clues I didn't see?

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Prólogo: Tan estables como la Torre de Pisa

Universidad de Barden, Atlanta

4 de marzo del 2016, 20:24h

Un grito aterrorizado de mujer corta el silencio, seguido de un golpe de cuerdas de violín de la orquesta que acompaña la escena.

La mujer se lleva las manos a la cara en un gesto de puro horror y miedo después de haber tropezado en la oscuridad con los restos de su novio desmembrado por el cuchillo del asesino del que huían.

Un puñado de palomitas impactan contra su rostro en la pantalla de la televisión.

- Booooo – abuchea Amy la Gorda con tono aburrido.

- Amy, tía, deja de malgastar las palomitas – protesta Cynthia Rose, tirándole un cojín sobrante con tanta puntería que impacta en toda la nuca de la australiana.

- ¡Es malísima! – se queja Amy. Señala con un puño lleno de palomitas hacia la tele, donde la protagonista de la película procede a escapar del asesino corriendo por un bosque en medio de la noche –. ¿De quién ha sido la idea de poner esta película?

- Mía – Emily alza la mano tímidamente desde su sitio en el lateral del sofá.

La australiana deja caer la cabeza hacia atrás, sobre el puf en el que está tumbada, y de su garganta escapa un largo y torturado gruñido.

- Por supuesto – murmura para sí misma, y aunque le está dando la espalda a las Bellas, todas saben perfectamente la expresión de desagrado que tiene en su rostro.

My God, this reminds me of when we were youngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora