---Cuatro años---
Este día es uno muy especial, mi pequeño cumple años.
Me alegra que sea tan feliz.
Verlo jugando con otros niños del pueblo, me enternece el corazón.
Él puede divertiste, mientras yo venderé lo que pueda, a veces no ahí muy buena suerte.
Rio un poco, solo estaremos hasta el mediodía y después consentiré un poco a Kiki.
-Espero que le guste- Susurró un poco para mí mismo.
Así paso el día, un clima cálido, pero con algunos momentos de un aire fresco.
He vendido muy poco, pero no pasa nada.
Mi plan no era venir, pero él insistió... Pasarla un momento jugando con otros pequeños de su edad, es bueno.
Me concentró demasiado en lo que hago, sonriendo a quienes se acercan, incluso me han pedido pequeños encargos, los acepto.
A veces se pierde de vista, pero siento su cosmos y me tranquilizo, no puedo tenerlo a mi lado siempre, debe crecer como un niño normal o lo más cercano a esto.
Suspiro un poco, no puedo negar que recuerdo mi infancia al verlo.
Yo era un poco más tímido que mi pequeño, pero me llevaba tan bien con todos los de mi edad.
Negó en ese momento con mi cabeza, pensando en algunos buenos momentos, pero también las veces que nos regañaron.
Cerré mis ojos, para sentir la suave brisa, quiero solo tener buenos recuerdos.
Pero ¿Qué seriamos nosotros sin los recuerdos crueles?
-¡¡¡¿QUIÉNES EL PADRE DE ESTE MOCOSO?!!!- Escuche el grito enojado de una mujer.
Abrí de golpe mis ojos, tratando de saber de dónde viene esa voz.
-¡¡¡DÉJEME!!! ¡¡¡SEÑORA ENOJONA, YO NO HICE NADA!!!- La voz infantil de mi niño, estaba demasiado alterada.
Esos gritos llamaron la atención de todos, girándose a verlos.
La mujer, sujetaba por el brazo a Kiki, él estando lleno de tierra, de seguro por juegos bruscos, y ella... No entiendo por qué está cubierta de cascaras de frutas y manchada igual.
No lo pensé más y fui directamente a ver qué pasaba.
Si Kiki se portó mal, yo me encargo de regalarlo y disculparme, pero tampoco quiero que alguien lo lastime.
-¿Qué es lo que pasa? ¿Que hizo Kiki?- Pregunto de inmediato, mirando a mi niño.
-¡¡¡MAESTRO!!! ¡¡¡POR FAVOR, DÍGALE A LA SEÑORA QUE ME SUELTE!!!- Frunció su ceño, pero no de tristeza, si no de enojo.
-¿Tu eres su hermano mayor?- Ella pregunto enojada.
-¡¡¡ÉL ES MI MAESTRO!!!- Rápido contestó, de nuevo intentando zafarse.
-¿Su maestro? ¿Tú lo cuidas?- Esta tan enojada, que creo que su sangre debe hervir.
-Sí, yo lo cuido, es mi responsabilidad, pero... ¿Por qué lo trae así? ¿Qué paso?-
Sujetando su brazo con fuerza, lo soltó con un leve empujón hacia mí –Tu mocoso, comenzó a arrojar lodo a todos los niños, manchando puertas, ventanas y ropa, sin contar mi puesto de frutas, que fue devastado por una pelea que el mismo provoco- Lo señalo con el dedo índice.
Escuche el reclamo, sé que mi pequeño es travieso, pero arrojar cosas o dañar propiedad privada, eso si no lo creo, nunca había existido problemas.
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Últimos Pensamientos
FanfictionExplorando mas a fondo la llegada de Kiki a la vida de un Mu adolescente competentemente inexperto, como logro aprender sobre la marcha, los conflictos internos y como supero aquellos. Saint Seiya y derivados son propiedad de Masami Kurumada, yo so...