---Cinco Años---
Siento mi cuerpo muy pesado...
Me está faltando el aire...
Mis ojos se cierran, no puedo abrirlos...
Mi cabeza... Me siento muy mareado...
Mi mente se está nublando...
¿Por qué me siento así?
No puedo recordar que hice antes.
En algún punto, ese sentir desapareció.
-Mu, deja de jugar y comienza tu entrenamiento-
Esa voz... ¿Por qué viene a mí?
-¿Maestro?- Apenas su pudo salir audible de mi boca... Verlo como la última vez que estuvo a mi lado.
Suspiró cansado, su edad se lo demanda así –Te quedaste dormido de nuevo...- Se sentó a mi lado, acariciando mi cabeza –Debes de seguir aprendiendo, más tarde entrenaremos tu cuerpo- Me sonrió como lo recordaba.
Quiera lograr en ese momento.
¿Todo lo que pase solo fue producto de mi imaginación?
Desee abrazarlo, pero... Mi cuerpo no respondió y solo asiento, regresando a aquella labor que me estaba enseñando.
Pasar otra vez... Siento yo el aprendiz...
Me siento tan feliz...
Aunque el entrenamiento fue bastante duro como siempre, mi maestro... No es considerado, pero lo entiendo ahora.
Si hubiera sido más suave, posiblemente no explotaría mi potencial.
Ese día transcurrió tan agradable, no quería que acabara.
-Mañana regresaremos al santuario, así que alista tus cosas- Tan tranquila sonaba su voz, mientras conversábamos.
Me encantaba escucharlo.
-Sí, maestro- Mi tono siempre ha sido bajo, pero... ¿Por qué no pudo expresar mi entusiasmo?
-No quiero que te distraigas tanto con los otros aprendieses- Me sentencio, pero no se notaba molesto, si no fue como una advertencia suave.
-Entiendo maestro, pero... ¿Puedo hablar con ellos un poco?- Baje mi mirada, jugaba con mis manos, esperando su aprobación.
Suspiro, con sus ojos cerrados, asintiendo levemente.
Entendía que me daba ese permiso, mi ilusión siendo tan grande.
No sé, no recodaba cuanto tiempo hemos estado en la torre, pero no importa.
Llegamos al día siguiente, es extraño... ¿Cómo llegas así de rápido?
Cierto... Teletrasportarnos para nosotros es muy fácil...
Pero... Me giro a ver al patriarca, su rostro ahora... Luce diferente...
Quiero preguntarle qué le pasa, pero... No logro verlo después...
¿Cómo pudo alejarse tanto, estando en la primera casa?
-¡¡¡MU, HAS VUELTO!!! ¡¡¡ME ALEGRO MUCHO!!!- Esa voz grave, la reconozco en cualquier lugar.
-Hola Aldebarán- Le dedico una sonrisa a uno de mis mejores amigos.
-¿Cómo estás? ¿Qué has hecho?- Me bombardeo de inmediato con varias preguntas.
-Bien, ya sabes entrenar... ¿Cómo has estado? ¿Cómo están todos?- Esa sonrisa que no puedo ocultar.
-Muy bien, igual que tu... Pero no ha pasado mucho solo dos meses te has ido- Esa carcajada que no se puede ocultar, me hace pensar que de nuevo estoy en mi hogar o lo que conocía como tal.
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Últimos Pensamientos
FanfictionExplorando mas a fondo la llegada de Kiki a la vida de un Mu adolescente competentemente inexperto, como logro aprender sobre la marcha, los conflictos internos y como supero aquellos. Saint Seiya y derivados son propiedad de Masami Kurumada, yo so...