Tras el celo

1.6K 202 51
                                    


Después de cuatro días el celo acabó. Louis decidió salir de su cama.

Miró a su alrededor haciendo una mueca del asco que sintió. Su cama estaba empapada de sus fluidos, diferentes juguetes sexuales esparcidos por ella. Dio media vuelta, dispuesto a ignorar el desorden. Sacó de su armario su pijama más suave, ese de los osos cariñosos.

Entró al baño y dispuesto a darse una ducha caliente. Enjuagaba su cabello cuando abrió los ojos repentinamente, teniendo que cerrarlos al instante al entrar jabón en su ojo. Siseó con desagrado y restregó el ojo hasta que dejó de escocer. Salió de la ducha rápidamente y se secó a una velocidad de vértigo, poniéndose su pijama a la misma velocidad. 

El motivo de esta rapidez era que acababa de recordar al Alfa que había estado cuidándole durante todo su celo: llevando comida cuando era necesario, manteniéndole hidratado y, lo que realmente marcó la diferencia, no le había tocado más que lo justo y necesario, incluso tendió una sábana sobre su cuerpo cuando estaba medio dormido (hubiese sido muy tierno para Louis si no tuviera un consolador en su trasero en ese momento).

Se topó con una pared que respiraba y se movía, sujetándole de los brazos, evitando que tuviera un desagradable encuentro con el suelo.

-¿Estás bien, William?- preguntó el Alfa, preocupado. Louis frunció el ceño y, por un momento, olvidó lo que iba a decir al ver directamente esos jades, pero se recompuso. Sin saber por qué, estaba celoso y muy molesto de que ese Alfa estúpido le llamara William-. ¿Omega?

-¡Tú, hijo de puta!- un ruido sordo sonó por todo el departamento. El Alfa llevó la mano a su mejilla derecha, donde le había pegado la bofetada-. ¿Quién mierda es ese tal William? 

Harry pestañeó dos veces. Su cerebro no lograba entender qué quería decir con eso el Omega.

-¿Qué?

-¿Cómo que qué, imbécil?- esquivó a duras penas el pisotón que iba dirigido a su pie. Siguió mirando al enfadado William. ¿Había hecho algo mal?-. ¿No piensas responder, idiota?

Harry detuvo el puño de William, que iba a su cara.

-¿Tu nombre no es William?- preguntó, mirando a los ojos del contrario, que destellaban con ira contenida. Evitó el segundo puñetazo, teniendo agarrado ahora al Omega por las dos manos. Sonrió tontamente al ver que su puño era completamente oculto por sus manos.

-Claramente no. ¿Quién fue el gilipollas que te dijo esa estupidez?

-Tú.

Supo que había cometido un error cuando los ojos del Omega chispearon con furia. Pisó su pie con saña, no la suficiente para hacer daño a Harry, pero sí la suficiente para hacer que se tropezara él quedando colgado de las manos gracias a Harry.

Harry contuvo una risa y levantó sus brazos, haciendo que el Omega se reincorporara y quedara de puntillas. Inclinó su rostro, casi rozando sus narices y sonrió tiernamente, sus hoyuelos marcándose, las manos aún estiradas.

 Louis pensó que eso era lo más hermoso que había visto nunca.

-¿Cómo coño te iba a decir yo mi nombre si nunca te he visto, Alfa estúpido?- el Alfa sonrió todavía más al oír el insulto-. Deja de sonreír y respond... Oh.

-Sí.

-Oooooh- solo podía decir eso. Louis entendió todo, aunque debió entenderlo desde que olió el romero en la piel de Alfa-. Tú... Oh, joder, Edward. Menos mal que eres tú.

Avanzó un paso y se apoyó en su pecho, pero se inquietó cuando Edward dejó libre sus manos, llevándolas hasta sus costados y acariciando sus muñecas. Estaba tenso, podía notarlo. Estaba preocupado por algo.

Todo lo que no te dije ·Larry Stylinson·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora