¡Hola mis bonitos lectores! Tarde otra vez, pero acá estamos.
Para variar esto no acabó siendo lo que esperaba, que mala costumbre. Pero de todas maneras espero que les guste.
¡Muchas gracias por leer!
Eiji Okumura lo odiaba.
Esa era la única explicación lógica que su mente lograba procesar, era injusto, para Aslan Jade Callenreese fue inevitable ahogarse en ese enamoramiento. De alguna manera el japonés se las arreglaba para dejar a la palabra «perfección» como un mero piropo de albañil, su belleza era inefable, ni las orquestas más melifluas se podían comparar con el dulzor de su risa, ni la joya más preciosa era competencia para esas obsidianas, sí, él debía aborrecerlo para tenerlo tan atontado. Él ni siquiera lo sabía pero lo tenía atado a la punta de su meñique. Vivir bajo el mismo techo era un infierno de tentación.
A los 16 años Ash Lynx decidió hacer un movimiento con su futuro esposo, él estaba decidido a darle su primer beso, haberlo guardado tanto tiempo fue un martirio, a pesar de lo hosco de su personalidad él era increíblemente popular en la escuela, las chicas hacían fila para invitarlo a salir, hasta le dejaban regalos en la puerta de su casa con tal de coquetearle, sin embargo, él siempre daba la misma respuesta.
Él ya tenía a su persona especial.
Y aunque el moreno no parecía tomar enserio sus sentimientos él sabía que tenía una oportunidad, la pubertad lo transformó en una belleza, Griffin lo solía molestar por su apariencia principesca, incluso se había vuelto tan alto como Eiji, ya no le faltaba mucho para alcanzar al idiota de Sing, en un par de años él lo pasaría y se burlaría de él. Nadie menospreciaba al poderoso Ash Lynx.
—¿Hay alguna película que quieras ver? —Concentrarse en la cartelera fue imposible en tan desvergonzada cercanía.
—Me da igual. —Pero no era su culpa, Eiji Okumura lucía tan adorable vistiendo ese horrible suerte de nori nori, que él inflase los mofletes y frunciese el ceño lo hizo suspirar. Él le había confiado su corazón a la libertad, que por favor no lo rompiese.
—Tú me arrastraste a venir porque querías ver una película. —La sonrisa del rubio fue relajada, habían pocas personas en el centro comercial, el día era agradable.
—Me da igual la película, yo solo quería una cita contigo. —La indiferencia en tan precioso rostro lo incitó a darle la mano.
—¿Qué se supone que estás haciendo? —Aunque él le preguntó aquello aún usaba el anillo que le compró hace dos años—. Ash, las personas van a empezar a esparcir rumores. —A él no le importaba, su padre se había encargado de etiquetarlo como maricón por todo Cape Cod cuando apenas era un niño.
—Griffin dijo que me recompensaría si sacaba el primer lugar en el examen. —La indignación lo embelesó—. Tú eres mi premio, onii-chan.
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Dear future husband.
Fanfiction|| Finalizada || Algunos niños querían explorar las profundidades del espacio, otros querían aplausos en un gigantesco escenario, las niñas de su salón querían aparecer en pantallas. ¿Qué quería ser Aslan Jade Callenreese cuando creciera? Simple, él...