Extra: Querido esposo.

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¡Hola mis bonitos lectores! ¿Por qué no dejo morir este fic todo feo? Perdón, pero saben que cuando me piden algo el 99% de las veces jalo porque me parecen buenas ideas. 

Este extra, irónicamente más largo que cualquier capítulo del fic, es para esta señorita que me lo pidió CamiUzumaki316, esta escrito con brillitos y mucho amor.

Ahora sí, gracias por llegar al final oficial de esta historia, de verdad no esperaba recibir tanto apoyo en una idea que me parecía tan tonta, no puedo expresarlo con las palabras correctas, solo muchas gracias.

¡Espero que les guste!

Y cuando él creyó que amarlo durante toda su vida era suficiente, él lo amó un poco más

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Y cuando él creyó que amarlo durante toda su vida era suficiente, él lo amó un poco más.

Cuando él lo conoció le dio miedo mirarlo, luego de contemplarlo él sintió terror por besarlo, después de besarlo amarlo se profesaba como un inconcebible, ahora lo inconcebible era vivir sin él. Eiji Okumura no solo lo había inspirado con aquella efervescente pasión por la libertad, él también lo impulsó para que encontrase un sueño. Al principio lo horrorizó, esa fue la primera vez que él deseó convertirse en su propio héroe, aunque era demasiado tarde para rescatar al pequeño encerrado en el granero, no lo era para ayudar a los demás niños que sufrían en hogares impregnados por la negligencia y teñidos por la violencia. Convertirse en el lince de Nueva York fue la puerta que lo transformó en quien estaba destinado a ser. ¿La mejor parte de eso? La psicología y el trabajo social eran profesiones enlazadas por un matrimonio, tal como ellos dos, sus vocaciones se complementaban.

A los 24 años de edad Aslan Jade Callenreese estaba disfrutando de su primer aniversario.

El viento le alborotó los cabellos, el sol fue opacado por la frondosa sombra de un árbol, las hojas le cosquillearon debajo de la espalda, él se removió, sus brazos se enredaron en la cintura del japonés, los ladridos de Buddy jugueteando en el lago lo tentaron a abrir los ojos, sin embargo, en este perfecto día de verano él solo quería ser mimado por su esposo. Que el moreno le acariciase los cabellos mientras le permitía reposar sobre su regazo fue la sensación más mágica del mundo.

Maldición, era tan injusto enamorarse cada día más de él, no obstante, no era su culpa, Eiji Okumura era un cuadro rebosante de belleza y seducción incluso cuando despertaba. Sus manías, sus defectos, sus miedos y las peleas, todo eso le fascinaba.

—Ash ya deberíamos irnos, vamos a llegar tarde. —El aludido dejó escapar un gruñido antes de hundir su nariz contra el vientre de su amante, el aroma fue una adicción impúdica.

—Cinco minutos más.

—Griffin nos está esperando en el restaurante con los demás, no podemos fallarles. —El ceño se le tensó ante la indiferencia que manifestó, el legendario lince de Nueva York no era más que un mocoso mimado.

—Déjame dormir en paz.

—¡Sé que no estás durmiendo! —Un golpe contra su espalda lo hizo trepidar—. ¡Ya es hora! —Si algo le fascinaba al más joven era la ternura con la que su marido lo despertaba—. ¡Ya es más de medio día! ¡Vamos! —Amor infinito se encontraba cargado en esos regaños.

Dear future husband.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora