Ignis, una pelirroja que llega a Forks justo cuando termina la batalla contra los neófitos.
Ella demostrará su poder y dejará en evidencia las verdaderas intenciones de Bella, así como también, hará ver a cierto cobrizo que se ha equivocado de comp...
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Todos estaban sorprendidos por saber realmente quienes son Alec y Jane. Al parecer, nadie se esperaba lo contado.
—¿Saben qué es lo más gratificante de que todos ustedes estén aquí? —cuestiona con una sonrisa burlona la pelirroja, aunque ella misma responde—; ¡Tenemos a la asesina de la pequeña Lydia entre nosotros! Pero, creo que deben presentarse como es debido ¿no es así? —pregunta a los hermanos, los cuales asienten con una sonrisa.
—Mi nombre es Alec Estrella de la Mañana, hijo adoptivo de Lucifer Estrella de la Mañana y Lilith. Soy el primer vampiro de la existencia. Soy el hermano y mejor amigo de Ignis.
— Jane, tu turno —la nombrada asiente y le da una mirada llena de odio a Isabella antes de hablar.
—En mi vida pasada fui Lydia Margaret Swan —los que más se sorprenden son los Cullen. Al parecer ese era el día de las sorpresas—. Era la hermana pequeña que Isabella asesinó. Ahora soy Jane Estrella de la Mañana, hija adoptiva de Lucifer Estrella de la Mañana y Lilith. Soy la hermana y mejor amiga de Ignis.
—¡Yo soy su mejor amiga! —dicen la rubia Hale y la pequeña Cullen al unísono.
—Yo soy la primera, la original y después siguen ustedes —contesta la rubia de ojos rojos.
—No es el momento, chicas —murmura Ignis—. En fin, ya conocen a mis hermanos adoptivos —mira a cada uno de los Vulturi hasta detenerse en la nueva inmortal—. Me encantará atormentarte querida, no se debe matar a los hermanos.
—¡Ella merecía morir! —los Cullen empezaron a sentir cierto odio a la que alguna vez consideraron familia. Excepto la rubia, ella siempre la odió—. Siempre supe que yo sería mejor que todos. Y ahora lo soy, soy poderosa y muy hermosa.
—Te equivocas Isabella, tú no eres nada comparada conmigo —la chica Swan se acerco a velocidad sobrehumana a la pelirroja, pero ésta rápidamente la sostuvo del cuello—. Es una pena que sigas siendo débil. Veremos cuanta intensidad de dolor aguantas —su mirada se dirige a Jane.
—¡Eres estúpida, sus dones no funcionan conmigo! —dice con dificultad debido al agarre de la demonio.
—Jane —la nombrada asiente.
—Dolor —se vio una mirada llena de satisfacción por parte de Jane, al ver como la neófita comenzó a retorcerse de dolor mientras luchaba por soltarse del agarre de la pelirroja. Ya habían empezado a aparecer grietas por su rostro y la neófita sentía que el dolor intensificaba cada vez más.
Mientras esto ocurría, Aro, Caius y algunos de la guardia, se acercaron a los aliados y los lobos, dando empezada la batalla. Y al igual que Lucifer y Amenadiel, Marcus solo era un espectador más.
Si Aro no había podido dañar a la hija de Lucifer, la haría sufrir matando a los que ella les tuviera aprecio.
Ignis se dio cuenta de lo que pasaba, pero no hizo absolutamente nada, sólo seguía sosteniendo a la neófita mientras ésta era torturada por la que fue su hermana.