• CAPÍTULO 10

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~Nunca se sabe lo que la mala suerte te ha salvado de una peor suerte~
        - Cormac Mccarthy
    "No es país para viejos"

~Nunca se sabe lo que la mala suerte te ha salvado de una peor suerte~        - Cormac Mccarthy    "No es país para viejos"

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Desconocido

Un buen amanecer es el que estoy experimentando ahora, mientras tengo a una pelirroja que me cabalga la polla, a mi lado izquierdo está una morena de ojos color miel buscando mi atención mientras se está masturbando delante de mí.

Después de derramar mi semen en el preservativo, hago el ademán de ir al baño y limpiarme y desecharlo en la basura mientras comienzo a buscar otro envoltorio plateado en el cajón.

Cuando vuelvo a la habitación disfruto mucho el espectáculo que me brinda la morena que a su vez está en cuatro disfrutando de comerle el coño a su compañera mientras que esta se encuentra recostada y abierta gimiendo como perra en celo, ambas están a mi disposición, ambas están mojadas esperando y ansiando tener más de mí.

Sin tanto afán echo saliva en el coño de la morena mientras me voy colocando el preservativo, le doy un par de nalgadas ya que no pueden hacer mucho al tener prohibido tocarme, todas las putas lo saben.

Estas mujeres son tratadas como putas, putas que siempre deben estar a mi disposición, pero fuera de eso, son putas que se acuestan con otros mafiosos por dinero y a su vez pueden transmitir enfermedades.

Al embestir con fuerza en el coño de la morena esta detiene la tarea de seguirle comiendo el coño a su compañera, vuelvo y le suelto un par de nalgadas sonoras dándole a entender sin abrir la boca que no puede detener dicha tarea.

— Oh Don, scopi come un vero uomo, un vero dio —Gime la puta en mi lengua natal.

«Oh Don, follas como un verdadero hombre, un verdadero Dios»

—'Stai zitta, puttana, non ti ho ordinato di parlare —Digo con furia.

« Cállate puta, no te he ordenado que hables»

Follar, para mí es pan de cada día, a veces lo hago con las mismas mujeres, ya cuando me aburro de follar los mismos culos una y otra vez, me doy a la tarea de renovar putas.

Antes de que la puta llegue al orgasmo, alguien está tocando la puerta, me imagino que es Bastian trayendo la información que pedí hace días y por pendejadas se ha retrasado.

— Avanti —Digo y abren la puerta.

Cómo supuse, mi consigliere está caminando hacia acá y al ver la escena que le brindo decide darse la vuelta para más privacidad.

Salgo de la puta y me encamino al baño para bañarme rápido. Al salir me pongo un bóxer negro mientras ordeno que alisten mi ropa.

— Fuori di qui —Ordeno a las putas y éstas como pueden se largan dejándonos a solas.

LA REINA DE NEGRO © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora