Little Promise >> larry ( vERY slow updates)

#8: "Me gustas"

Capitulo 8

Louis estaba hipnotizado con aquellos orbes verdes, eran tan profundos. Hasta podría verse a él mismo. Pasaría toda su tarde encima de Harry para poder contemplar sus hermosos ojos.

-Lou... no puedo respirar. -El pequeño estaba pálido y casi no respiraba. El castaño se levantó rápidamente. Pensándolo bien, no estaría mirando los ojos de Harry encima de él.

-Lo siento ¿Estás bien? -Tomó su mano y lo levantó del césped. Una vez más sus cuerpos estaban juntos, solo que Harry tenía la mirada en su ropa mientras la limpiaba. "Ya basta Louis, contrólate"  dijo su conciencia. Genial, ahora se hablaba imaginariamente a él mismo.

-Sí, no fue nada. Deberías controlar tu avión para que no haya más turbulencias.

-¡Las turbulencias son divertidas! -Sus mejillas comenzaron a arder al escuchar que esas palabras había  salido de su boca. Harry no entendía lo que Louis había dicho.

No de la forma en la que el mayor la pensó.

-Que cosas dices. Ven, subamos. -Al estar dentro de la casita, volvieron a hablar como anteriormente lo hicieron a la salida de la escuela.

Entre su parloteo, un grito se oyó cerca de donde estaban. Todo quedó en completo silencio, temiendo de lo próximo que podría ocurrir.

-¡Mamá! ¡No quiero ir! - La voz aguda de una niña se escuchaba desde la calle. Los niños se miraron extrañados.

-¡Eleanor! Ya déjate de berrinches, eres una niña grande. Deja de hacerme esto. -Ahora, una voz más madura y femenina retumbo en los oídos de Louis y Harry. Estos dos ya estaban pegados a la ventana de la casa intentando ver lo que sucedía.

Entre la casa de ellos había un espacio que las separaba y desde donde estaban llegaban a ver un poco la calle. Justo el lugar del griterío de madre e hija.

-¿La conoces? -Preguntó Louis con el ceño fruncido.

-Si -Respondió Harry entre dientes.- Eleanor Calder. La niña odiosa del vecindario.

-¿Que acaso no hay niñas agradables aquí?

-Al parecer, no. Tal vez se extinguieron. Quién sabe. -El rizado alzó los hombros con indiferencia. Sabía a la perfección de su odio contra Eleanor.

-Flashback-

Harry jugaba en la acera con sus autitos de carreras mientras su madre bajaba bolsas del supermercado al que habían ido hace unos momentos.

La cajuela del coche estaba abierta y era un poco peligrosa. Alguien podría lastimarse si esta cayera de golpe.

-Harry ¿Podrías alejarte un poco del coche? -Este asintió y se movió un poco para estar lo suficiente lejos de aquel vehículo. -Gracias. -Sonrió. Su madre cargaba las últimas bolsas y se adentró a la casa para dejarlas.

Una chica de cabello castaño, de la misma estatura que Harry y con ondulaciones en el cabello, lo miraba al chico con una sonrisa de maldad en su rostro. Desde que él había llegado pareciera como si el mocoso opacara la existencia de Eleanor. Según ella. Todos los del vecindario preguntaban por el ojiverde, era reconocido por su amabilidad con las personas de allí y su preciosa actitud de buen niño.

-¡Harry! Qué alegría verte. -Se acercó al niño que jugaba con los autos chocándolos y haciendo ruidos de motor con su voz. Al escucharla, detuvo su juego.