Ep 20

417 44 3
                                    

Narrador

Había pasado una semana desde que Stiles y Kelly andaban, ¿Era así? Stiles sentia que sí, pero en la forma que se aceptaron le hace pensar que no. Pero tampoco era algo con lo que no pudiese.

Ahorita se encontraba caminando por el bosque, un poco confundido del porque la manada dejo de buscarlo e insistir para suplicar su perdón. Sus ojos se abrieron cómo platos al encontrar una gran mansión, Mansión que no estaba ahí hace 3 meses.

En ves de una mansión cayéndose a pedazos encontró una renovada y preciosa mansión. La manada se encontraba afuera, ellos estaban haciendo una carnada y reían felices. Mientras los otros jugaban y hacían bromas, ellos no podían verlo a él, estaba usando su poder de invisibilidad ante cualquier ser.

Stiles sonrió al verlos tan felices, no los odiaba pero estaba muy resentido por lo que hicieron. Eso no quiere decir que los vaya a perdonar, sólo quería asegurarse de que estuvieran bien y seguían con vida.

Is Lo extraño — sollozó derrepente

Stiles que ya se estaba marchando detuvo sus pasos al escuchar, ¿A quíen extrañan? Sé preguntó Stiles

Er— También lo extrañamos.

Ly — Nosotros no deberíamos de estar pagando por ustedes. Yo principalmente, porque núnca le hice nada a él. — exclamó furiosa hacía los alfas

Ja — Es cierto que yo lo molestaba, pero no lo odiaba, sólo estaba celoso de ver como el era querido por todos mientras que yo tenía que comprar a mis amigos. — dijo furioso y entró llorando a la mansión

Toda esa felicidad se había esfumado y ahora solo había lágrimas por parte de la manada

Stiles comprendió, se referían a él. Estaba confundido, no sabía que hacer y más porque ahora la manada era más grande, en ella habían unos desconocidos que no eran humanos, los únicos humanos de la manada eran Maeson y Danny.

Se marchó de ahí sintiendo que algo no anda bien pero ese ya no era su problema. No es como si pudiese llegar y decirles que ellos no son de fiar y que los saquen de la manada. No, ahora no puede intervenir en sus patéticas vidas, limpió una lágrima traicionera y desapareció.

¿Pero esa era la realidad?

¿Oh, sólo fue un engañó? ¿Una vil ilusión, para hacer sufrir a la manada?

.
.
.

Realidad

La manada se encontraba afuera, ellos estaban sentados mirando a la nada, cada uno metido en sus propios pensamientos y otros ahogando su dolor en el alcohol.

Pero...

De la nada empezaron a gritar de dolor, ellos se tiraron al suelo sintiendo como cada hueso de su cuerpo empieza a quebrarse, en los humanos de la manada era más leve pero doloroso.

De — El está cerca — sonrió Derek a pesar de estar sufriendo

Sc — No debe vernos así — sollozó por el dolor

Una luz segadora se reveló ante ellos, esa luz blanca le dio forma a una mujer de cabellos blancos largos que llegaban a su cola.

— Hijos míos — dijo con lágrimas la mujer

De — ¿Quién eres? — pregunto respirando con frecuencia, el dolor había desaparecido en cuanto ella apareció

La luna miró hacia dónde venía él celeste, con un movimiento de mano creo una barrera magia que a la vez se volvía una ilusión

𝖭𝗈𝗇 𝖯𝗈𝗌𝗌𝗈 𝖳𝗋𝖺𝗍𝗍𝖾𝗇𝖾𝗋𝗍𝗂 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora