En realidad no tenía más opción que aceptar a lo que no fue tanto una invitación si no una orden, así que como era de esperarse accedí a salir con él.
Al llegar a la habitación, no podía dejar de pensar en cómo podría salir del colegio sin ser descubierta… Y sobre todo, lo más importante como haría para que Serena no se enterara que saldría con Caleb. Si todo lo que decía Romina era en serio, estaba en grandes problemas… Las últimas veces que me había topado con Serena, ella se había comportado muy extraña y no sabía cómo podía reaccionar en cualquier momento. Realmente comenzaba a asustarme su conducta y además no quería ser odiada por mis otras dos compañeras de dormitorio. Después de darle más de mil vueltas al asunto me quedé dormida profundamente.
La mañana siguiente, durante las primeras horas no vi para nada a Caleb, ni siquiera en la hora del desayuno. Estaba sola como siempre en una de las mesas y de repente una de las chicas góticas que invariablemente se acomoda en medio de las demás siguió de largó y se sentó a lado de mí.
-¿Eres amigas de las Jolies?- Preguntó con inseguridad pero ferozmente.
-¿Yo?- Le pregunté confundida mirando hacia todos lados.
-Claro, no hay nadie más aquí- Dijo impaciente
-Bueno, yo no lo sé…
-¿Eres como ellas?
-Depende… ¿Cómo piensas que son?
-¿Cómo pienso? ¡Querida, yo sé cómo son!- Se dirigió a mí con aire macabro y una mirada que penetraba todos mis sentidos- ¡Son unas engreídas, fingen ser muy dulces…Pero tienen putrefacto el corazón! ¿Sabes por qué no le hacen nada a Serena cada vez que hace algo malo en la escuela?
Negué con la cabeza intrigada y esperando la respuesta impacientemente.
Ella miró a todos lados para percatarse de que nadie escuchara nada y después dijo- Aquí no es seguro, tal vez será mejor que hablemos otro día… En otro lugar. – La chica se levantó de la mesa para dejarme nuevamente sola sin darme cuenta de que no le había preguntado su nombre.
***
Al terminar de las clases, justo al iniciar la hora de descanso me dirigí directamente a la habitación para elegir el atuendo que usaría. Ni siquiera me había enterado de a qué lugar iría con Caleb, así que decidí que no me arreglaría demasiado… No quería que él pensara que yo creía que lo que teníamos en el día de hoy era una “cita”.
Entré a la habitación, me encaminé hasta el armario y abrí ambas puertas. En mi cabeza estaba proyectando conjuntos imaginarios y comparándolos entre sí. Me sentí frustrada por un momento por no poder elegir así que cerré de nuevo el closet y me tiré sobre la cama. Escuché un crujido y empecé a revisar entre las sábanas y la almohada, rápidamente encontré una tarjeta y una rosa roja… La cual aplasté un poco.
La nota decía: Estoy ansioso por verte esta noche…
Ni siquiera terminé de leer cuando alcancé a escuchar pasos en el pasillo de fuera, se abrió la puerta y entonces comencé a esconder muy rápidamente ambas cosas debajo de la almohada.
-¿Qué haces?- Preguntó al instante Romina que estaba acompañada de Daria.
-Eam, Nada… Nada. Estaba a punto de ir a la biblioteca.
-Hay Asura, tu siempre con tus libros… ¿No te cansas de leer?
-En realidad no…
-Pues mucha suerte con tu fin de semana en la biblioteca- Contestó con cara de aburrimiento.

ESTÁS LEYENDO
PODRÍAS SER TÚ ♥[editando]
Novela Juvenil2da Parte de Sabía que eras tú. Después de su dramático desenlace en Sabía que eras tú, Asura es enviada a Londres a un internado con la esperanza de que deje atrás una parte de su pasado; su primer amor. Más un recuerdo tan intenso no se desvanece...