El dulce roce de la hierba haciendo cosquillas en sus pies descalzos era suficiente para distraerlo, sin embargo su vista se encontraba perdida en el cielo rebosante de estrellas; hacía tiempo que no iba a Outertale, aún si el lugar no hacía más que recordarle las primeras veces que estuvo con el glitch no podía evitar desear permanecer ahí.
Miró las estrellas como si buscara las respuestas a todas sus preguntas en ellas, era perfectamente consciente de que lastimó al azabache pero lo que más le molestaba era no poder sentir alguna especie de arrepentimiento real después de esa noche, lloró en ese momento junto al contrario pero después de separarse el sentimiento se fue sin más, su interior actuaba como si no hubiese sucedido aquello y sólo se tratase de un simple recuerdo borroso mezclado con fantasía, tal parecía que nada hubiera cambiado, podría ir a visitar al esqueletos oscuro pero cada vez que lo pensaba retiraba la idea de su mente.
"Te lo advertí, sólo espero que Error no esté lo suficientemente molesto para ignorarte el resto de tu vida."
El albino hizo caso omiso al pincel, en el fondo temía perder al único ser que había logrado ser su amigo, de cierta manera lo comprendía, el glitch le dejó entrar a su vida al grado de hacerlo parte importante de ella, se abrió y mostró partes de sí que nadie antes vió. Realmente debía disculparse, se dejó caer al pasto suave y tocó la zona de su caja torácica en donde debería estar su alma, podía sentir las ramas filosas casi tocarse entre ellas, todas apuntando al centro de lo inexistente, si tuviera un alma las ramas ya la hubieran atravesado y probablemente asesinado de la manera más dolorosa que un monstruo pudiese experimentar; recostó su cráneo sobre la hierba en un intento de poner la mente en blanco, dió un suspiro algo nostálgico, hasta hace relativamente poco estuvo acostumbrado a pasar todo el tiempo solo, en cada experiencia eran él y Broomie sin nadie más.
Giró a un lado recargando todo su peso sobre su hombro y con un pómulo apoyado en el suelo, mostró sorpresa por ver al glitch acostado con él haciéndole compañía bajo las estrellas, cerró las cuencas y sonrió mientras se removía hasta lograr abrazar al esqueleto oscuro, se aferró a él con fuerza casi sintiendo sus auras fusionarse y danzar juntas bajo el cielo eternamente nocturno; actuó sin pensar ninguno de sus movimientos y se atrevió a besar los dientes ajenos con cuidado para finalmente abrir la cuencas encontrándose en la misma posición de unos momentos atrás.
Se había imaginado esos últimos minutos, Error nunca estuvo ahí ni el pintor se movió, seguía acostado sobre su hombro y lo único que estaba cerca suyo era Broomie apoyado contra el tronco de un árbol, se colocó boca arriba y puso en brazo bajo sus cuencas al ver su pequeña y falsa realidad desvanecerse, sintió un escozor familiar en las cuencas e inmediatamente la humedad de las lágrimas hizo presencia aún si esta no era deseada, hubiese sido magnífico tener al destructor en esa misma posición enfrente suyo para poder acariciarlo como a un animal asustado hasta calmarlo y lograr que dejara su temor de lado, siempre se sintió bien al hacer eso, sin tener la necesidad de beber pintura extra lograba sentirse feliz; el guardián gruñó de impotencia al sentir sus propias lágrimas bajar por su rostro, no se suponía que debía sentirse así cuando en primer lugar ni siquiera debería poder sentir.
Un impulso le hizo levantarse para tomar a Broomie y apuntar a la nada para crear un portal directo a Error, aún si este no quería verlo estaba decidido a tratar de arreglar su equivocación.
"No puedes llegar como un inocente ángel y pedir disculpas sólo porque te sientes triste, toma tiempo hacer eso, déjalo en paz, no vas a arreglar nada así."
- ¿Entonces cómo quieres que pida disculpas?!-
"Usa la cabeza un poco, nadie en su sano juicio querría ver a la persona que lo ha lastimado de un día a otro. No seas egoísta, si vas a hacer esto hazlo por ambos, no sólo por ti, los dos crearon el problema."
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Tinta y pétalos [Hiatus]
FanfictionLas flores son hermosas. Su belleza no es tanta como la de las estrellas pero aún así lo son. En un jardín o en una maceta se ven bien, incluso en tu propio cuerpo, siguen siendo bellas pero duele. Ellas se apoderan de tu cuerpo de forma dolorosa;...