Sábado 15:32
La boda había sido muy linda, en una iglesia muy rustica que estaba por el lugar, sus votos me habían conmovido de una manera inexplicable, resulta que los dos se habían conocido en la universidad, eran enemigos o bueno, al menos nunca se habían llevado bien, un día Louis fue a una fiesta donde se encontraba Valery los dos se emborracharon y terminaron acostándose, que conste que esta historia me la contó la misma Valery en el desayuno pero tuvo mucho que ver en los votos, aunque se saltaron la parte en donde se acostaron, ella sintió algo inexplicable al despertarse junto a Louis después él le dijo que le había pasado lo mismo pero por miedo los dos lo evitaron, no se hablaron durante mucho tiempo, de hecho fue dos años después de que se graduaron que se hablaron, fue en un aeropuerto y eso porque les tocaba asientos juntos, hablaron de todo lo que se habían hecho, bromas, venganzas, etc. y se dieron cuenta que no recordaban porque no se caían bien y en un silencio incómodo interrumpido por él decidieron empezar una amistad ya que los dos vivían en Londres, pasaron algunos meses para que esa amistad inevitablemente se convirtió en romance, siempre habían sentido algo el uno por el otro y un año después le había propuesto matrimonio él a ella en una visita a su antigua universidad por el día del ex alumno y bueno ahora están juntos.
Se vieron lágrimas por los votos de Louis, más que nada de las mujeres y al final de la ceremonia tomaron fotos y todos los felicitaron, fue un momento muy ameno donde me sentí muy cómoda a pesar de no conocer a casi nadie. Después nos dirigimos al hotel para la fiesta donde justamente nos encontramos en este momento, estamos sentados en nuestra mesa, nos tocó compartirla con los tíos y un primo de Ale quien no deja de coquetearme, Alejandro obviamente esta algo molesto pero no tiene por que darle importancia.
La fiesta se estaba celebrando en un jardín donde había una parte techada para las mesas y la pista de baile, todo lo demás era pasto donde la vista daba al mar, era hermoso, la decoración era con blanco y tonos cálidos que equilibraban todo, era de color rosa morado y verde, los centros de mesa eran altos, de vidrio que tenían todo tipo de flores y plantas, algunas colgaban, la vajilla era dorada con blanco, los manteles eran iguales blancos.
Opte por ir al jardín ya que me había quedado sola con el primo de Ale y caminé hacia el estanque que había, el agua estaba clara y podían verse los peces nadando de un lado a otro.
Caminé hacia el otro lado de donde estaba, del lado de la vista bonita, toda la orilla tenía un barandal negro y una planta abajo estaba la arena para ir hacia el mar, me recargue y sonreí hacia el mar cerrando los ojos, dándome toda la brisa del mar en la cara. Así me quede unos minutos con la tranquilidad que sentía, aun con los gritos de los niños y la música de fondo junto a las conversaciones de los demás que se mezclaban.
-¿sabías que eres hermosa?- pude escuchar su voz a mi costado izquierdo así que abrí mis ojos
-siempre me lo dices- giré todo mi cuerpo en su dirección y le di una sonrisa sin mostrar los dientes
-y nunca me cansaré de hacerlo-me tomó de la mano y me acercó a él, colocando su otra mano en mi cintura y yo la mía en su hombro, me recargue en su hombro libre con la vista en su cuello, llegando a mis fosas nasales su colonia que tanto me gustaba y sonreí
-hueles muy rico Alex
-¿Alex?-se alejó un poco de mi lo que hizo que viera sus ojos - tu nunca me dices Alex
-todos te dicen Alex, soy la única que te dice Ale o Alejandro-lo miré algo extrañada por su reacción
-y me gusta que sea así nena, lo hace único-sonreí con sus palabras y me acerqué para darle un beso en los labios que por supuesto me siguió, dándome en ocasiones mordidas, siendo sincera yo casi no me animaba a las mordidas pero había veces en las que no me podía resistir y esta era una de ellas. Lo mordí y sonreí separándome de él.
-la alumna supera al maestro-me dedicó su sonrisa sexy que siempre me derrite, se acercó a mí oído y susurró-no sabes lo mucho que me prendiste Mir sabiendo que no podemos hacer nada-sonreí por su confesión y me alejé
-que lastima que te haya dejado así- lo recorrí con la vista y pude ver algo en su pantalón que me hizo reír-yo que tu resolvía eso y si me permites tengo que ir al tocador - me alejé de él dejándolo en el balcón.
ESTÁS LEYENDO
amante ocasional
Teen FictionMiranda tiene una vida aburrida y sus tres amigas lo saben, por cosas del destino empieza a vivir su vida y es cuando llega él... Solo que nadie puede saber lo que tienen ¿los secretos saldrán a la luz? ¿Qué pasaría si todos se enteraran?