Placer y Deseo
La ciudad estaba hermosamente melancólica durante el fin de semana. Natalia había salido del banco, para dirigirse con prisa y muchos ánimos en dirección a su nuevo trabajo; La Stanza Rossa, la esperaba con su usual aroma de pasión y encanto. Al llegar al estacionamiento para empleados notó que el Café estaba a reventar, suspiró para si misma mientras pensaba: "Típico" y subió por el ascensor.
La hora de la entrada en la Stanza era a las 7pm, al menos para las meseras y las chicas que atenderían, el personal masculino llegaba una hora antes y limpiaba, para después asegurar la presencia de las chicas y por supuesto, garantizar un espectáculo digno.
Natalia pasó por la puerta de entrada, usando ya su mano como parte de su contraseña e ingresando a los vestidores femeninos donde estaba su uniforme, sin embargo, las chicas que estaban cambiándose junto con ella, la miraban de forma compasiva, casi como si le tuvieran lástima, lo cual era una sensación extraña, para cualquiera que hubiese trabajado en una oficina, ya que siempre te miraban con odio, con envidia o se dedicaban a tirarte mala vibra, pero en esta ocasión, lo único que podía sentir Natalia, era una gran sensación de compasión hacia ella.
---- ¿Listas chicas? ---- Preguntó Dalia, aquella hermosa mujer de cabello rojo, con rasgos delicados y unos hermosos ojos en color ámbar---- Esta noche es quincena, así que todo puede pasar.----Dijo con entusiasmo, mientras las chicas salían del vestidor, dejándolas solas a Natalia y ella.
---- ¿Qué pasa Dalia?, ¿Por qué todas me ven como si hubiese pasado una tragedia? --- ¿Preguntó la chica, mientras se ajustaba el sujetador coqueto del uniforme?
----Oh cariño, todas sabemos lo que hiciste en la semana---- Contestó la chica con una sonrisa
---- ¿Lo que hice en la semana? ---- Preguntó sorprendida
---- Si, te cogiste al Príncipe o bueno, mejor dicho: "Él te cogió" ---- Contestó Dalia, observando como la chica se ponía blanca del susto. ---- No mi niña, El Príncipe nunca dice esas cosas, pero es evidente, tienes la mirada de satisfacción ¿Cuántas veces van que te masturbas pensando en ese encuentro? ---- Preguntó la chica mirándola con seguridad, afirmando la información---- ¿Diez, quince veces? Yo me masturbé tanto que mi cosa quedó roja durante un mes---- Explicó la chica, mientras que Natalia hacía el recuento pertinente, pues era cierto que, desde su encuentro, se había masturbado frecuentemente, más de lo que había hecho en su adolescencia o en cualquier otro momento de su vida. ¿Aquello era un efecto nocivo de la polla magia del Príncipe?
---- ¿Cómo sabes eso? --- Preguntó curiosa
---- Oh cariño, es peligroso que te ates a él de forma sentimental. No es un mal hombre y es un excelente amante, pero no creo que sepas en lo que te estás metiendo---- Le dijo con comprensión
---- ¿Es un cabrón? ---- Preguntó preocupada
---- Es mucho peor cariño, es un buen tipo, es un hombre cariño, comprensivo, amable, pero no se enamora de nadie y debes tener cuidado, porque si te enamoras de él, como muchas de nosotras saldrás lastimada. La última mujer que se enamoró de él, está aquí y es una reina inconclusa---- Dijo con un sentimiento doloroso, mientras salía del vestidor.
---- ¿La última mujer que se enamoró de él?---- Se preguntó mientras se ajustaba el uniforme elegante con unas zapatillas pequeñas y un coqueto maquillaje que brillaba en la oscuridad como ameritaba el uniforme de aquella semana.
La Stanza estaba vibrante, salvajemente divertida y erótica como siempre; las parejas que está noche se habían dado cita en el lugar, disfrutaban de uno de los espectáculos más íntimos que se podían presentar. Era un show de circo con un intercambio de parejas, una noche "swinger" como eran llamadas en el submundo de los placeres carnales, en las que las mujeres usaban máscaras, mientras que los hombres exponían sus rostros, mediante las pláticas con otras parejas, con las que sentían que tenían una química especial.
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La Amante del Príncipe 2
RomansaSiempre se sintió inútil, incapaz de alcanzar lo que ella quería, incapaz de vivir la vida que anhelaba o el romance que soñaba. Ahora de la mano de un misterioso caballero al que sólo conoce como: "El Príncipe" descubrirá cuales son los límites de...