Natalia estaba de pie en mitad de la noche frente a la tienda de artículos sexuales que le habían sugerido para poder comprar las cosas que necesitaba antes de su reto, antes de avanzar y dar un paso más profundo en una red deseos impuros que no sabía si le pertenecían y que poco a poco comenzaba a dudar que fueran de ella, a veces simplemente se dejaba llevar por los deseos del hombre de los ojos en color oro y aunque las experiencias eran sumamente profundas y satisfactorias ¿era aquello lo que ella quería? Aquella pregunta se instalaba con particular injusticia en su mente que la azotaba con discordante orgullo, arrebatándole la oportunidad de decidir por sí misma si aquello, era realmente lo que quería, sin embargo, lo que la impulsaba a continuar, lo que no dejaba de molestarla y de azotarle el pensamiento eran los comentarios que había tenido Mauricio hacía con ella, los que la hacían rabiar con gran fuerza y que a la vez la sometían a una tortura intensa. "Aburrida" era una palabra que la lastimaba y que la definían desde antes de marcharse de su casa. Ella era la niña perfecta, siempre educada, que hacía sus deberes, que correctamente llegaba a casa a la hora adecuada y siempre obedecía a su madre. Se ganó una reputación como una mujer responsable, como una estudiante modelo y durante mucho tiempo nunca dio problemas de nada, a diferencia de su rebelde hermana, que con una fuerza abrumadora se metía en más problemas de los que podía contar y siempre estaba dispuesta a disfrutar de su vida, de su tiempo y de su energía y con una constancia que asustaría a cualquiera, su hermana y Natalia convivían, siendo su hermana el motor de las aventuras de Natalia, creando en ella un rechazo por la palabra "aburrida"
---- Veamos quién es la aburrida---- Se dijo con coraje mientras entraba en la tienda con todos los artículos exhibidos de morbosa trascendencia, seleccionando lo que estaba en la lista acompañada por la mirada de una dependiente indiferente a sus dilemas.
Una vez que salió de la tienda, Natalia se sintió nerviosa por lo que sucedería en un par de noches, definitivamente aquella era una locura propia, así que cuando se midió el baby doll en la comodidad de su casa, se sorprendió de lo bien que le quedaba, del color rojo deslumbrante que había escogido para que besara su cuerpo, de la caída graciosa por sus cuerpo que aunque no era hermoso, para ella era lo suficientemente deseante, excítate y a la vez erotizante, observando como la tanga se metía entre sus mejillas y como le levantaban un poco el culo que con tanto esmero se esforzaba por ocultar con la ropa y ahora frente a sí misma se daba cuenta que deseaba con cierto grado de ansiedad, que el miércoles se acercara.
Se postró sobre su cama, donde en su televisión conectó el internet para que reprodujera vídeos y en distintos modos y formatos, se permitiera disfrutar de sí misma, con una sensualidad íntima y poco explorada, mientras usaba el babydoll y se encontraba examinando el resto de "juguetes" que había adquirido, mientras que exploraba con sus manos temerosas el vibrador a distancia, que se trataba de una pequeña paleta de color rosa, que se introducía en su interior, mientras que mediante una aplicación de celular, se controlaba el ritmo o la intensidad, teniendo cuidado en todo momento, de no accionar por accidente aquel instrumento, que se sentía tan lejano a ella en ese momento y sin embargo, se dio cuenta que aquello, en mitad de su oscura habitación había sido responsabilidad propia y por primera vez en mucho tiempo, se animó a probar algo diferente por satisfacción propia.
Tomó el control de su televisor y por primera vez en muchos años de constante miedo y experimentación propia mediante sus parejas, Natalia sintonizó porno en su televisor, concretamente en internet, viendo las maravillas que un mundo infinito tenían para ofrecerle, explorando primero con miedo y con cierto grado de mesura, las imágenes pecaminosas que le proyectaban aquellas páginas tan poco conocidas para una mujer que había anhelado toda su vida experimentar de forma distinta su propia sexualidad y se descubrió rápidamente cambiando de una sección a otra, explorando contextos y palabras que no sabía que existían y aunque al igual que muchas mujeres estaba familiarizada con la trama de 50 sombras de gray y sus impulsos sadomasoquistas, se sorprendió en gran nivel, cuando encontró el nombre de las practicas, que hasta el momento se había permitido experimentar gracias a su primer encuentro con el Príncipe.
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La Amante del Príncipe 2
RomansaSiempre se sintió inútil, incapaz de alcanzar lo que ella quería, incapaz de vivir la vida que anhelaba o el romance que soñaba. Ahora de la mano de un misterioso caballero al que sólo conoce como: "El Príncipe" descubrirá cuales son los límites de...