- Está bien, lo siento-
Su disculpa no me convence pero supongo que algo es algo.
- Mira hablaremos en casa. Ten- abre el cierre del hoodie que agarró de su coche y lo sostiene en alto frente a mi para que me lo ponga- No quiero que te enfermes ____- agrega al ver que no hago ningún movimiento
¿Que sucedió para pasar de ignorarme y rechazarme brutalmente esta tarde a ser atento conmigo? Giro pasando un brazo a través de su abrigo y me ayuda a pasar el otro.
- Que sepas que yo también estoy enojada contigo- digo cruzándome su abrigo en la parte de adelante.
Da un paso hacia mi y deshace mi cruce de brazos buscando el cierre en la parte inferior.
- No creo que tan enojada como lo estoy yo- murmura subiendo el cierre, cuando termina arregla la capucha para que no esté abultado en la parte de atrás.
- ¿Estamos en una competencia para ver quien está más enojado?- pregunto encontrando su mirada.
Ladea una sonrisa y de la nada me roba un beso.
- Hey- lo aparto empujándolo despacio con la mano en su pecho- Te acabo de decir que estoy enojada contigo-
- Te escuché perfectamente- otro beso fugaz en mis labios- Primero vamos por las descarriadas antes de que tu ira caiga sobre mí-
Y pasa por mi lado en dirección al bar. Me quedo inmóvil, tan confundida... no entiendo nada. Al menos su abrigo de alguna forma me hace sentir bien, es su perfume la que me reconforta
Unos labios en mi mejilla me sobresaltan.
- Sólo recuerda que te amo- susurra cuando volteo. Sonriendo vuelve a abrir la puerta- ¿Vienes o prefieres esperar en el coche?-
- ¿Cuánto bebiste?- pregunto entrando al bar mientras él sostiene la puerta.
Quizás sea la razón de su extraño comportamiento y tampoco esté apto para manejar.
- Ni una gota- responde adelantándose a la mesa de las chicas- Pero miren quienes estan aquí, Gemma irresponsable Styles ya deberías estar durmiendo- se burla Harry- Hay mucho que hacer mañana-
- Lo sé- Gemma lo mira frunciendo el ceño- No me molestes. Ya pedi la cuenta para irnos-
Chloe está a su lado con la cabeza apoyada en sus brazos cruzados sobre la mesa. Puedo predecir que mañana sentirá las consecuencias de beber tanto.
- ¿Ah si?- su hermano no tiene la intención de parar- Y cómo, ¿puedo saber?-
- Pues... tengo mi coche...-
- ¿En tu estado?- frunce el ceño- te arriesgarías...-
- Cómo si te importara- exclama Gemma levantando las cejas.
