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Corrí por las calles de Bogotá con la mente en el pedido de Gerard, debía decirle la verdad y quizás, todo podía solucionarse con simplemente hacerlo. Esperaba que lo entendiera, que, aunque se enojara por mi gran mentira supiera que aún seguía siendo Lena, la que se empeñó en descongelarlo y que no me daría por vencida jamás.

Fruncí el ceño y comencé a disminuir la velocidad cuando llegué a la esquina del local. Había autos del FBI y de la policía de la ciudad que se encontraban en la zona, mi corazón comenzó a palpitar tan fuerte y una extraña sensación se instaló en mí.

Me acerque aún más e ingrese rápidamente al local.

- ¿Dónde está? – un hombre lo tomaba del brazo y otro le gritaba furioso

- No sé de quién están hablando, no tengo a nadie

- Grumpy

Abrí mis ojos con sorpresa cuando vi a policías en el lugar mientras que villa me observo con rápidamente con miedo. Esto no se veía para nada bien.

- Aquí no hay nada

Escuche en inglés. Mis piernas comenzaron a temblar cuando vi a la mano derecha de mi padre salir del depósito. El me observo con sorpresa y yo quería salir a correr en ese preciso instante con el grumpy a mi lado.

- Arthur – balbucee

- Lena – se acercó a mí con rapidez - ¿te encuentras bien? ¿te ha hecho algo? – volteo hacia villa que nos observaba con confusión – arréstenlo

- ¿Qué?

Villa y yo gritamos mientras que la policía se acercaba a villa para esposarlo. Esto se ponía cada vez peor.

- Pero ¿Por qué? – villa comenzó a forcejear

- Por secuestro – hablo Arthur

- No, no, suéltenlo – hable con desespero e intente acercarme a el

- Lena, tranquila – Arthur me tomaba evitando que me acercara a villa – ya estas a salvo

- Suéltame – grite con furia – y ustedes – señale a los policías - suéltenlo

- ¿Qué hacen? – villa estaba furioso mientras se resistía

- El no hizo nada – grite

Sentía la angustia consumirme lentamente, las lágrimas me comenzaron a caer una tras otra mientras veía como esposaban a villa por algo que ni siquiera tenía conocimiento alguno.

- No entiendo de que se me acusa – villa intentaba soltarse

- De secuestrar a la princesa de Inglaterra – Arthur se puso frente a mi

- Él no me secuestro – me interpuse entre ambos, desafiando a la mano derecha del reino

- ¿princesa?

Escuche la voz del grumpy en un susurro detrás de mí, voltee lentamente con el corazón a punto de explotar. El me observaba confundido, aturdido por lo que había escuchado. Por un instante ninguno de los dos dijo algo, su rostro mostraba lentamente la decepción y sentí su corazón romperse en mil pedazos frente a la mentira que poco a poco llegaba a su fin.

- Llévenselo – hablo Arthur

- No

Me puse frente a la puerta antes de que se lo llevaran.

- Princesa, salga de ahí – suplico el policía que lo llevaba

- Perdón – murmure intentando acercarme a el – perdóname

Enamorando a un corazón - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora