Capítulo 9 - Theodorus

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Un joven apuesto con una fortuna en herencia por parte de la familia a la que pertenece, se dedican al diseño y costura de trajes para las distintas clases sociales; sin embargo, tiene un ligero problema, desde niño le han dado todo lo que quiere, llegando a "malcriarlo" por así decirlo.
El día que él y Maira se conocen por primera vez, fue en un evento hecho para diseñadores; su madre lo llevó a la fuerza con la intención de presentar al heredero. El padre de Maira, ese día la llevó solo porque se le hacía difícil dejarla en casa cuando apenas unos días atrás su madre había fallecido; nunca han querido hablar tanto del tema pero la causa fue una enfermedad sin cura aún.

Retomando el evento, durante ese transcurso, Theodorus caminaba aburrido por la sala cuando vio hacia una ventana a la joven de cabellos verdes observando para afuera; se acercó a ella entablando una conversación divertida y amistosa, convirtiéndose en amigos. Esa amistad, con el pasar de los años, Theodorus la iba mezclando con amor, un amor fuerte por Maira; finalmente, el día que le mencionaron sobre ser el prometido de ella, sintió bastante alegría, aquella niña terminaría siendo su esposa en un futuro o...eso creía.

Maira había cambiado su forma de ser, alejándose de él de cualquier forma posible, parecía como si fuera otra persona; Theodorus cada vez se perdía más en ella, convirtiendo ese amor puro en algo retorcido y aferrándose nada más a eso. La última noche que vio a Maira, alguien más apareció, dejándola volar libre de las manos de Theodorus; desatando una personalidad rota ya de él.
-"¿Por qué la familia real me quiere arrebatar algo que es mío?"- Se preguntaba constantemente sin obtener respuesta alguna.

No era capaz de recurrir a nadie, excepto a una sola persona, una persona que entendería su amor tan fuerte por su prometida, Lorelay, la mejor amiga de Maira.
Theodorus le platica sobre la situación por la que pasa, quienes son sus enemigos, siendo ese mismo punto el interés de ella; así forman una alianza para obtener lo que quieren. Uno conseguiría a Maira mientras otro conseguía poder.

El baile se aproximaba pero antes, le tenderían una trampa a su querida amiga, se trataba de una reunión en felicitaciones por su compromiso, si caía el plan era desaparecer la del reino sin dejar rastros. Mientras tanto, Theodorus preparaba una construcción en las ruinas de las afueras del reino, en el bosque; una celda con una cama, flores en todas partes y un hermoso vestido de boda para su ex prometida.

Theodorus: Mi dulce ave, pronto regresarás conmigo y podremos vivir juntos sin que ya nadie nos moleste. Solo serás mía, de nadie más.

Lorelay: Deja de balbucear, debemos planear una segunda opción en caso de que no funcione la primera e incluso crear tercera. Las cosas nunca suceden como uno se lo espera, ¿no es así?

Theodorus: Tienes razón, haré que la familia real se arrepienta de haberse llevado a mi ave encantadora.

Lorelay: Regresemos a la capital, debemos hacer unas compras antes de tener trajes para el bailable. Llevame como tu compañera y así podremos estar con quienes queremos. (Da igual cual consiga, mientras un príncipe caiga ante mi, el poder será mío y asi llegaré a ser reina de Raolet)

Theodorus: De acuerdo, solo si prometes no hacerle daño a Maira, en cuanto tenga una oportunidad a solas con ella, la haré recapacitar su mente y demostrarle que solo la quieren esclavizar; pobrecita, de seguro en estos momentos debe estar sufriendo, debe sentirse sola e incomprendida.

Lorelay: Si, si...si no llega a la reunión, tendremos que elaborar algo en el baile, podríamos envenenar al tercer príncipe, es muy confiado y fácil de dañar.

Theodorus: Es perfecto, mientras uno de ellos sufra me sentiré bien, ¿qué pasa si falla ese intento?

Lorelay: Hmm, primero deshacerse del capturado, así ya no habría información que nos pueda dañar  o apuntar; luego, podríamos ir a casa de Maira y capturarla cuando regrese a su hogar.

Theodorus: Espera, no quiero que el padre de Maira sepa de nada, es un hombre que da miedo si sabe que algo va tras su hija. Mejor, dentro de unos días habrá una fiesta en un pueblo lejano para diseñadores, hay que esperar a que se vaya y así podemos mentirle que ha sido secuestrado su padre en el camino; cuando vaya la capturamos e así ganamos.

Lorelay: Pensé que solo eras un cerebro de pollo con dinero pero creo que te subestime, tienes astucia en crear planes buenos. Deberíamos seguir trabajando en equipo incluso después de obtener a Maira.

Theodorus: Si regresa mi ave, te compensare ayudándote en lo que sea, pero también tendrás que ayudarme en que nadie sepa su localización.

Lorelay: Trato hecho, eres bueno negociando, señor Theodorus, digno de un hombre proveniente de una familia de comerciantes.

Theodorus: Lo mismo digo, Lady. (Una vez que la tenga encerrada aquí, me encargaré que pierda toda esperanza, y formaremos una linda familia sin importar que pase...solo espera, Maira)

Así ambos jóvenes habían creado más que una alianza, más bien, se volverían criminales ante la ley por conseguir sus deseos más profundos; aunque no se debe de olvidar que clase de personas son, como anteriormente Maira había dicho, Lorelay era una persona de doble cara de la cual nunca se podía confiar. Puede en cualquier momento traicionar, herir o incluso matar y se limpiará las manos utilizando de escudo a todos esos hombres que ha conseguido atraerlos por su encanto.
Esa es la habilidad mortal de ella, manipular...una protagonista a la vez que una villana en su propia historia, no necesito de un villano clásico de las historias; ella podía jugar ambos papeles y conseguir lo que más deseaba, poder. Poder con el cual todos la obedecieron sin importar su encantador apariencia, si alguien se negaba a amarla o seguirla, tendría el mismo final que sus obstáculos,  la muerte.

Fin del capítulo

Salvando al ProtagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora