1. Una noticia difícil de digerir.

1.5K 56 24
                                    

—Adelante— Respondió Lena al escuchar que alguien llamaba a la puerta de su oficina.

—Escuché que una tal Lena Luthor ordenó hamburguesas, serían mil dólares de propina, por favor.

Al escuchar esto una sonrisa se formó en los labios de la ojiverde, despegó la vista de la pantalla de su ordenador para encontrarse con una rubia de gran sonrisa que se acercaba hacía su escritorio.

—Me temo que no tengo tanto dinero— Fingió una mueca de preocupación, pero sin poder borrar la sonrisa de su rostro.

—Entonces me temo que no podré entregarle su pedido— Continuó Kara con el juego, dejó dos bolsas de papel en el escritorio de Lena. Se inclinó para quedar solo a centímetros del rostro de la ojiverde.

—Pero moriré de hambre— El labio inferior de Lena se curvó hacia afuera, haciendo un adorable puchero mientras veía a Kara fijamente a los ojos.

—Umm— Kara entrecerró los ojos fingiendo pensar. —Entonces supongo que tendrá que comerse a la repartidora— Dijo con una risita, mirando fijamente a aquellos ojos verdes que la hacían delirar.

—Me encanta esa idea— La ojiverde se mordió suavemente el labio inferior y se levantó un poco para darle un pequeño beso a la rubia, en cuanto sus labios se rozaron Lena sintió que un millón de fuegos artificiales se disparaban dentro de su estómago.

Kara profundizó un poco más el beso sin evitar sonreír.

—Así que... ¿Podré comerme tu hamburguesa?— Se rió Kara cuando ambas finalizaron el beso. —Es un trato justo, tú me comerás a mi.

—Puedes comerte el tomate, tómalo o déjalo— Lena se levantó de su escritorio. —Huele delicioso—. Sintió cómo su estómago le pedía a gritos un poco de comida.

—No, gracias— Arrugó la nariz y tomó las bolsas de papel que contenían las hamburguesas.

—La próxima vez pediremos algo más sano ¿Okay?— Kara abrió la boca para protestar, pero Lena la interrumpió. —En serio, Kara siento que he subido unos 10 kilos— Lena se sentó en el sofá blanco.

—Exagerada, estás hermosa— La rubia le dió un beso en la mejilla y se sentó junto a ella. Sacó el contenido de ambas bolsas y las puso sobre la mesita de centro que había en frente.

—No entiendo cómo puedes comer tanto y tener semejante figura— Lena le dió un gran mordisco a su hamburguesa y sintió cómo su estómago se lo agradeció de inmediato.

—Soy un alíen— Kara se encogió de hombros y comió su hamburguesa.

Disfrutaron de una comida tranquila, ambas hablaron de cosas triviales, olvidándose de las presiones del trabajo. Cuando estaban juntas ambas se olvidaban que existía un mundo más allá de ellas. Lena había dejado la mitad de sus papas fritas y un tercio de su malteada de chocolate, la cual Kara bebió con mucho gusto.

Al terminar de comer ambas se acostaron en el sofá, totalmente satisfechas. En algún momento, la ojiverde se había puesto el suéter rosa de la rubia; no era un color que ella normalmente usaría, pero no pensaba devolver aquel suéter, pensaba abrazarlo y olerlo por horas.

Estaban frente a frente y Kara le acariciaba la espalda a Lena mientras le daba pequeños besos en la frente, Lena luchaba para mantener sus ojos abiertos, no había dormido bien en varios días debido al trabajo y las caricias de Kara solo la hacían querer dormir por siempre. Sus piernas estaban entrelazadas y ambas se abrazaban suavemente, no había necesidad de decir ni una palabra, el silencio era perfecto, tan solo querían verse directamente a los ojos para siempre, Kara sabía que todo estaría bien siempre que estuviese con Lena, sus ojos le transmitían paz.

Exile - Supercorp/Reigncorp Donde viven las historias. Descúbrelo ahora