A la mañana siguiente, con uniforme nuevo (holgado, para no perder la costumbre) y tetas vendadas, ingresé a clases de informática en la primera hora. La escuela contaba con equipos de cómputo modernísimos, así que me sentí a gusto.
–Por favor –pidió el profesor Gómez los de nuevo ingreso, levanten las manos quienes no hayan llevado un buen curso de computación...
Lo hice. La tecnología no había sido prioridad de las monjas.
–Bien. Mientras pongo un ejercicio a los demás, ustedes conéctense a Internet y traten de familiarizarse con el equipo. Se les abrirá una pantalla de búsqueda. Pongan ahí cosas que les interese saber... Y naveguen...
Internet. Las monjas no lo usaban, porque, decían, podíamos encontrar "cosas sucias" o "contrarias a la moral y a la virtud". Tecleé "Thalía", y comencé a revisar notas y fotos de la cantante mexicana. "Quisiera ser como ella", pensé. Descubrí una canción de su entonces disco más nuevo ("A quien le importa"), que aún no compraba.
Después, escribí el nombre de otra de mis estrellas favoritas, "Shakira". Pero me detuve. Corregí el texto. "Transexual", puse. En unos segundos, a través del brillo de la pantalla, otra realidad se me abrió a la vista.
"Una persona transexual encuentra que su identidad sexual está en conflicto con su anatomía sexual. Es decir, se produce una disconformidad entre su sexo biológico y su sexo social y el sexo psicológico.
"Una mujer transexual es aquella que nace con anatomía masculina y un hombre transexual es el que nace con anatomía femenina. Es decir, se les designa por el sexo con el que se sienten identificados y no por el sexo al que al nacer corresponden, por ejemplo, sus genitales.
"En estas personas suelen darse el deseo de modificar las características sexuales que no se corresponden con el sexo con el que se sienten identificados. Por eso, algunas de estas personas suelen pasar por un proceso de reasignación de sexo, que puede incluir o no una cirugía de reconstrucción genital...".
¡Dios!
Y de pronto, el sobresalto: "La maternidad es imposible para mujeres transexuales, sin embargo, hijos genéticos son posibles, si el esperma es almacenado en un banco de esperma antes de la transición. Esta es una opción muy atractiva para mujeres transexuales lesbianas ya que sus parejas podrían ser inseminadas artificialmente con el esperma previamente guardado".
¡Era imposible que tuviera hijos! ¿Qué me estaba haciendo, entonces? Otras páginas me dieron la respuesta: los componentes del eleuxín y del lunelle no me harían experimentar un embarazo: ¡estaban reemplazando las hormonas que naturalmente existían en mi cuerpo con otras, de mujer!
¡eso esplica los cambios que mi cuerpo mis caderas mas anchas y el crecimiento de mi busto !
Lo increíble fue que no me asusté, no me alarmé. Me sentí feliz. Porque más allá de ser mamá, seria una mujer no completa pero una mujer
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Por Querer Experimentar Un Embarazo
RomantizmLa historia no es mía pero la mejore a mi estilo Actualización lenta