La espera

Tu y yo

Era experta en buscarme líos,
nada lograba llenar el vacío.
Era experta en romperme en pedazos,
lastime a varios en el camino.
Andaba herida hiriendo a otros,
alguien roto no puede reparar.
Cansada y harta quede de buscar
alguien que como tú me pudiera amar.
Pero aquel día escuché tu voz;
reconocí mi eterna necesidad.
Quede tan ciega ante tu luz,
de pronto me abrazo tu santidad.
¿Cómo puedes verme en mi peor momento
y decir que aún me amas igual?
Quiero morir y que tu prevalezcas,
que aumentes en mi debilidad.
Sin obligarme a andar en ciegas,
a esto le llamo libertad.
Y todo lo que algún día quise dar
sin miedo te lo puedo entregar.
Pues suples cada necesidad,
¿Cómo no me voy a enamorar?
Tu nombre es infinidad;
potencias mi fragilidad.
Te llevo tatuado por dentro;
Tu eres mi gran complicidad.
Al invierno llenas de renuevos,
en ti no existe la frialdad.
Y te hallo en la tinta
porque en todo tu estás.
Lo que necesito es sentir tu toque
y encontrarte en nuestro diván.
Tan solo quiero hablarte;
anhelo tanto escuchar.
Solo se que ansío verte
y en tus brazos habitar.