Las verdades ocultas de la aldea escondida entre las hojas(Traduc)(EN EDICIÓN)

🌟Capítulo 55🌟

Shikamaru casi se hundió de alivio cuando la voz y la aparicion de Uchitachi parecieron haber detenido la pelea desde sus raíces. Había pensado que los dos pelearían aquí mismo, en la habitación del hospital de Lee, donde no solo podrían lastimar al pelinegro inconsciente sino también a quién sabe cuántos pacientes más. Pero, con su siempre impecable sincronización, Uchitachi había evitado una vez más una tragedia.

'¡Espera un minuto!' ¿¡Cómo no se le había ocurrido esto antes !? Miró a Uchitachi, estudiando al hombre que había aparecido en la habitación del hospital, parado frente a ellos con los brazos a los costados, vacío pero sin embargo se sentía como si estuviera sosteniendo la hoja más afilada. Tenía ese tipo de aire peligroso a su alrededor mientras miraba al pelirrojo, que se había alejado del pelinegro. Estaba directamente frente a Naruto, bloqueando completamente al rubio de la vista de Gaara.

Uchitachi siempre aparecía cuando Naruto, y ocasionalmente Sasuke, estaban en problemas. Había aparecido por primera vez cuando el rubio y Sasuke se habían caído de ese acantilado y estaban aguantando por sus vidas, literalmente, con Utsukushi de pie sobre ellos. Entró y mató al demonio y luego detuvo a los dos, salvando sus vidas. La segunda vez que apareció fue cuando el Equipo 7 regresó a la torre después de que terminó la Segunda Etapa. Estuvo allí hasta que terminó la pelea de Sasuke, pero su cuervo permaneció. Supuso que probablemente tenía que ver con el objetivo de ellos. Había visto cómo ese tipo había estado mirándolos a ambos durante la Primera Etapa y Sasuke había estado muy raro cuando los vieron más tarde en el Bosque de la Muerte mientras Naruto había sido noqueado. Ambos lucían mucho peor durante los preliminares y Sasuke tenía que perder mientras que Naruto no había peleado como lo había hecho todas las otras veces que Shikamaru lo había visto en una batalla o pelea. Luego, ambos chicos habían desaparecido durante una semana, el paradero de Sasuke seguía siendo un misterio y Naruto había terminado en el hospital anoche.

Con ellos obviamente teniendo a alguien vigilándolos, su actuación inusual durante los preliminares, el extraño ataque de los chicos de Sound con la intención de matar a Sasuke y la seria falta de energía de Naruto la última vez que Shikamaru lo había visto, el genio perezoso solo pudo deducir que Uchitachi habían sido asignados para proteger a los dos chicos del Equipo 7. Eso significaba que alguien los perseguía.

¿Pero era alguien de Sound o era de Sand? La forma en que Gaara estaba actuando ahora, dispuesto a matarlos solo porque sugeriría a Sand, pero Sound había atacado a Sasuke primero. Había mucho más sucediendo aquí de lo que Shikamaru sabía, así que no podía entender lo que estaba sucediendo, pero tenía una gran sospecha de que tenía mucho que ver con Naruto, lo que fuera que fueran un bijuu y Jichuuriki y el Kurama sobre el que Naruto estaba hablando. Shikamaru tendrá que leer sobre todo eso si quiere entender lo que está pasando.

Uchitachi miró al pelirrojo conocido como Sabaku no Gaara, el hijo menor del Kazekage y el Jinchuuriki de Ichibi. El niño parecía sorprendido, sin entender lo que estaba pasando. Era de esperar, ya que había escuchado que el niño nunca podría dormir porque el bijuu estaba constantemente despierto y tratando de apoderarse de los cuerpos de sus anfitriones. Gaara había recibido el Ichibi incluso antes en su vida que Naruto-sama, pero el sello de Naruto-sama era perfecto y el poder del Kyuubi solo podía irse si el chico recurría a él o si se emocionaba demasiado. El Kyuubi, sin embargo, no podía tomar el control como podía hacerlo el Ichibi. El sello que sostenía al zorro era mucho más fuerte que el que sostenía al mapache.

Y eso dejó a Gaara inestable. Agregue a su falta de sueño el hecho de que su aldea debe tratarlo de la misma manera que los aldeanos de Konoha trataron a Naruto toda su vida, y obtendrá un individuo muy dañado. Los ANBU podían oler claramente el hedor metálico de la sangre en la arena de Gaara. Este tipo mataba por placer y nada más que ira y odio se podía encontrar en sus ojos a menos que supieras cómo mirar. Y para alguien que había sido asignado a proteger a un Jinchuuriki de por vida, Uchiha Itachi no necesitaba ser un genio para reconocer esa soledad en los ojos de Gaara, enterrada tan profundamente que era casi invisible.