Las verdades ocultas de la aldea escondida entre las hojas(Traduc)(EN EDICIÓN)

Capítulo 97

Cuando finalmente llegó al campo de batalla, ya era demasiado tarde. La pelea terminó, el Kyuubi fue sellado y los shinibi en el área todavía se estaban recuperando de la onda de choque del último Bijudama que el zorro demonio había usado. En realidad, fue el primero en la escena, donde se preguntó si realmente era su lugar para estar allí. Después de todo, le había fallado al hombre que lo había salvado. ¿Qué derecho tenía para venir aquí, ahora que todo estaba hecho? Ninguna.

Sin embargo, algo le dijo que se quedara, así que lo hizo. Años después, diablos, ¡incluso solo media hora después! Siempre estará agradecido a su intuición por decirle que se quede, ya que en realidad le permitió ver a su mentor por última vez. Él fue la última persona que vio a Namikaze Minato, Yondaime Hokage de Konohagakura, el legendario Yellow Flash, vivo. Para cuando llegaron Sandaime y Kakashi, Minato ya era solo un cadáver que se enfriaba.

Pero en ese momento, cuando había estado tratando de averiguar por qué se había quedado, el Hokage había sido bajado repentinamente por Gamabunta al suelo, ambos extremadamente debilitados y Minato-sama tenía un agujero en su camisa, tanto en su estómago como en su pecho. su espalda. La sangre corría por la comisura de su boca, pero Minato no hizo ningún movimiento para limpiarla. Simplemente se tambaleó hacia la única presencia que podía identificar en sus sueños.

"Itachi-chan," llamó débilmente, usando el honorífico que había dejado cuando Itachi se había convertido en su guardia personal ANBU. El Uchiha en cuestión se dio la vuelta y corrió, con los ojos muy abiertos, hacia el hombre rubio, agarrándolo a él y a su precioso bulto antes de que pudieran golpear el suelo. Los ojos de Itachi ardían en lágrimas mientras miraba el rostro lleno de cicatrices de bigotes del pequeño hijo de su mentor. Ni siquiera se había movido cuando su padre había comenzado a inclinarse peligrosamente debido a su muerte cercana. Itachi dejó que el hombre sujetara a su hijo mientras comenzaba a buscar heridas en su amigo, mentor y Hokage. "Itachi-chan." Minato volvió a llamar débilmente e Itachi lo hizo callar.

"Guarde sus fuerzas, Hokage-sama." Dijo con urgencia, casi con pánico cuando no pudo encontrar ninguna herida. Por otra parte, realmente no esperaba nada. La razón de su loca carrera fue porque sabía que su mentor no iba a morir debido a una lesión. Lo había sentido, esa presencia horrible, la que se tragaría el alma de Mijato-sama como pago por sellar el Kyuubi en su propia hora, hijo. El bebé Junchuuriki estaba completamente ajeno a todo esto, por supuesto. Itachi se preguntó brevemente si el Kyuubi estaba furioso desde adentro.

"No hay nada para lo que guardar mis fuerzas, Itachi." El rubio respiró, su voz se volvió débil y su agarre se aflojó debido a que su fuerza vital fue succionada lentamente. Itachi miró hacia arriba y vio al Shinigami, deleitándose lentamente con el alma que había adquirido. Sin embargo, cuando esos ojos rojo sangre del famoso e infame Sharingan del Clan Uchiha se fijaron en él, dejó escapar un chillido y se alejó más, todavía aferrándose al alma de Minato pero aún sin poder consumirla debido a que esos poderosos lo inmovilizaron en su lugar. ojos. No se atrevió a intentar moverse por miedo a lo que el Uchiha, realmente capaz de ver , pudiera hacerle. "Hice el trato ... di ... mi vida por K-Konoha".

"¡Tiene que haber una manera de evitar esto, alguna otra manera de que esto termine!" El niño de trece años le suplicó desesperadamente a su mentor y Minato sonrió, su agarre sobre su hijo fue deliberadamente falto, teniendo la máxima confianza en Itachi para atraparlo. Es cierto que, después de un poco de torpeza con padre e hijo, el ANBU los sostenía a ambos firmemente contra su pecho. Los ojos azules se arrugaron felices ante esto. Luego empujó su mano hacia su pecho y extrajo dos artículos de su abrigo. "Minato-sama-"