"Capítulo 8"

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Se abrieron las puertas de ese gran salón que estaba lleno de pinturas y fotos.

- Mira ahí estás tú.

Dije viéndolo con cierta emoción.

- Si esos son mis padres.

- Se ven muy jovenes.

Dije emocionado.

El resto de la noche el me estuvo mostrandome maravillas contándome historias y leyendas reía con el. Hizo que olvidará la preocupación de mi Omega y la mía.

- El es mi hermano, nunca viene a verme.

Dijo ví el semblante triste de su rostro.

- ¿Qué le pasó?

Pregunté con cierto toque de preocupación por el semblante de mi alfa.

- Tuvimos una pelea antes de que me coronarán como rey, el no aceptaba que me coronarán a mi y a él no. Fue una pelea muy grande luego de eso ya no lo volví a ver después de eso lo busque, pero no encontramos nada.

Me sentí mal por eso.

- ¿Estás bien?

Pregunté tomándole el brazo de mi alfa para que me viera por qué estaba perdido viendo la foto de su hermano.

- ¿Alfa?

Llame viéndolo a los ojos.

- Si mi Omega, estoy bien no pasará nada estoy bien, a pasado dos años desde eso, no debes preocuparte si estás conmigo todo estará bien.

Dijo abrazándome por la cintura cuando iba a besarme bosteze, el río ante eso, me hagarro de las manos y las beso.

- ¿Tienes sueño?

Solamente asentí, comenzamos a caminar hacía la puerta, cuando salimos me doy cuenta que ya amaneció.

- ¿Tanto tiempo estuvimos ahí?.

- Si pero podrás descansar todo lo que quieras en mi habitación.

- ¿Tu no dormirás conmigo?

Pregunté preocupado el no a dormido nada por mi culpa, no quiero que pueda ver los papeles del reino si no a descansado.

- No pequeño debo ver al reino.

Suspiré por eso y me coloque enfrente de el.

- No tu dormirás conmigo, todo lo que yo quiera y luego verás al reino.

Dije en un tono decidido, el río ante eso y negó con la cabeza.

- ¿No me harás caso?

El negó con la cabeza, yo me frustre aún más.

Pero una idea paso por mi cabeza, sonreí en mis adentros por eso.

Baje la cabeza y me di la vuelta caminando en pasos lentos hacía mis aposentos.

- Espera, mi Omega ¿Que tienes?

Dijo en tono de preocupación al ver mi estado yo sonreí sin darme la vuelta. Me volteo con la cabeza gacha y un puchero.

- Mi alfa no quiere dormir conmigo.

Dije haciendo que mi voz se hiciera baja.

- Oh no no, mi Omega no es eso.

Dijo negando con la cabeza abrazándome.

- Si es eso, mi alfa me rechaza.

Dije sonriendo en su pecho con ver cómo el me apretaba y soltaba feromonas protectoras.

- No pequeño no es eso, tengo cosas que hacer.

- ¿No puedes hacerlo más tarde?

Dije viéndolo a los ojos, ví como sus ojos dudaron y me vió con una sonrisa.

- Claro que puedo aplazarlo.

Dijo sonriéndome, yo salte, lo guíe hasta su habitación cuando íbamos a llegar el vio a una sirvienta y la llamo.

- Que manden a traer agua y leche cuando lo hayan hecho que le avisen a mis guardias.

Ella asintió, haciendo una reverencia para irse a la cocina. Llegamos a la habitación antes de que entramos llamo a los guardias.

- No quiero que nadie me interrumpa, no importa quien sea.

Ellos asintieron cuando entramos a la habitacion me quite mi bata y la dejé en la silla más cercana me acosté en la cama.

Llegó mi alfa, me tapo con las cobijas y se metió a la cama.

- Duerme mi lindo Omega.

Dijo antes que cerrará mis ojos.

Luego caí en brazos de Morfeo.



Me removi en la cama cuando no siento nada a mi lado, abro mis ojos lentamente me tallo los ojos con mis manos y me siento en la cama.

Veo alrededor de la habitación y no hay nadie.

Me levanto de la habitación, busco a Jungkook no encuentro nada, me pongo la túnica de Jungkook me queda muy grande que se arrastra al rededor de mis pies.

Salgo de la habitación, veo a los guardias y les pregunto.

- ¿Dónde está el rey?

- Está en su oficina, dijo que cuando usted se despertara podía ir a pedirle lo que quiera a la cocinera.

Yo solamente asentí cuando iba a seguir caminando me entró una duda, me di la vuelta y los ví.

- ¿El comió ya?

Ellos se voltearon a ver tratando de recordar hasta que respondieron.

- No, el fue directo a su oficina.

Solamente asentí y ahora sí me dirigí a la cocina.





- ¡No podemos hacerle esto!

Grito esa voz.

- ¿Podrías callarte ya?

Dijo la otra voz fastidiado

- ¿Y si algo sale mal?

Nada saldrá mal...



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© Kookvc


𝑴𝒚 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 𝑲𝒐𝒐𝒌𝒗 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora