Problemas de Amor® CANCELADA

3. Primer día.

El despertador no paraba de sonar obligándome a levantarme.

Gruñí y me dirigí al baño, quité hasta la última prenda de ropa y me sumergí bajo la ducha.

Vestí una falda negra y una americana roja con mis botas de siempre. Tomé mi teléfono y bajé.

Llegué a la cocina, tomé una manzana y me senté en el mostrador esperando a que alguien apareciera.

Más tarde bajó la tía Karen hablando por teléfono de algunos negocios y vestida con su exageradamente elegante uniforme laboral.

Terminó de hablar y puso una mueca de que algo no estaba bien.

— Hola tía Karen, ¿qué sucede? — pregunté dándole un último mordizco a la manzana.

— Hola Rachel. —besó mi mejilla— Era mi jefe al teléfono, tengo una reunión a las 8:00 de la mañana y no me da tiempo de llevarlos a la escuela. —puso una mueca.

— No te preocupes tía, tomaremos el autobús. —respondí confiada.

No podía ser tan malo.

— Cariño, aquí no hay autobuses. —soltó una leve risa. — Ya hablé con el vecino, y dice que estará encantado de llevarlos.— sonrió tranquilamente.

— Ugh, ¿no podemos ir caminando?. Siendo franca no me agrada mucho el vecino.— dije con desagrado.

— ¿En serio? Es un amor, y muy guapo. Además son diez kilómetros. —rodé los ojos.

— No lo creo.— dije mientras Dave y Kate bajaban por la escalera.

— Buenos días familia. —exclamó Dave. Sonreí y lo abracé.

— ¿Ya están listos? El vecino llegará en cualquier momento. —advirtió la tía Karen.

— Tía Karen, necesito unos bolígrafos para la escuela. ¿Tendrás algunos? — preguntó Kate tomando sus libros.

Kate es la persona más responsable que conozco, siempre ha sido una genio en matemáticas y otras materias.

— Están en mi oficina cariño, puedes pasar. Yo me rengo que ir, los quiero. —dijo tomando su bolso.

—Te amamos, tía Karen. —dijimos al unísono.

Dave fue a desayunar y Kate a buscar los bolígrafos quedando sola con mi tía en la sala de estar.