Mi Mate La Rebelde

Cap. 18

Dicen que las mejores personas llegan sin buscarlas, así fue con Tony, con mi tía e incluso con mis hermanos y ahora con Damon. Yo no lo quería encontrarlo temerosa por lo que pudiera pasar pero ahora me aterra el pensar que pudimos no habernos conocido, que puede nunca venir a este pueblo o nunca haber contratado a Molly. Yo no creo que sea casualidad el tenerlo hoy en mi vida yo creo que la Diosa Luna lo puso conmigo para mostrarme que si podría ser amada.

Miro a mi bello mate dormido con su cabeza sobre mi pecho y como mi mano se enreda y desenreda lentamente en su cabello. Como su pecho sube y baja lentamente mientras respira tranquilo, y como se marca cada músculo de su cuerpo gracias a su terquedad de no usar camiseta para dormir solo un pantalón bastante ligero.

Con mi mano libre acaricio cada línea de su espalda. He de admitir que mi mate tiene un cuerpazo y es muy guapo pero sinceramente lo que me tiene enamorada, por que si lo amo,  es lo lindo, atento y cariñoso que es no solo conmigo también con su famili e incluso con mis hermanos. ¡Todo en él es perfecto! 

Sus párpados se abren lentamente dándome una vista perfecta de sus hermosos ojos. 

- Mi Luna - me sonríe  haciendo el intento de besarme pero su cuello no se puede doblar en esa forma- ¿cuánto llevas despierta?

- No mucho - le doy un beso corto yo acercándome - Solo observaba lo que me pertenece. - Me levanto de la cama ignorando su comentario siguiente. Me paro y busco un lindo outfit para vestirme.

Y salgo del cuarto dejándolo aún sobre la cama revisando su celular, abro la puerta del cuarto de Shawn y le dijo que se empiece a vestir y lo mismo con Mila. Bajo y me encuentro con mi adorado Alpha con la camisa a medio poner y cuatro platos con huevo revuelto. Me acerco lentamente y paso mis manos por su torso cuando para luego cerrar los botones faltantes y darle un casto beso en la boca antes de salir de la cocina y llamar a mis hermanos para que bajen a desayunar. 

Con ayuda de Damon ponemos los platos en los lugares correspondientes y esperamos a que mis hermanos se sienten antes de empezar a comer. 

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Estoy recorriendo la manada con Molly, como aún no se hace oficial mi llegada y ni siquiera tengo aún su marca por lo que genera muchas dudas mi presencia en la manada. Nos detenemos en una heladería bastante chica con solo unas cuantas mesas, y nos adentramos en ella. Tomamos la mesa mas alejada de la ventana para tener un poco de  privacidad. 

- Mi hermano está encantado contigo - dice Molly leyendo en la pared el menú de helados - nunca lo había tan feliz. El otro día me lo tope caminando y él estaba tarareando una canción. 

- De verdad lo quiero - le confieso - aunque a veces me enojo con él, me es imposible no quererlo, es perfecto. - suelto un suspiro - y se que él me quiere a mi y no sabes eso lo feliz que me hace. - le dijo sinceramente - ¿vamos por los helados que yo quiero uno de chocolate? 

El resto de la tarde me la paso con Molly cuidandola yo más a ella que ella a mí, aunque no lo parezca la hermana de Damon sigue siendo una menor. Mis hermanos se quedaron con mi tia en la casa donde ella se está quedando y Tony fue a una cita con una mujer loba que conoció el otro día cuando fue a comprar helado para los niños. 

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Me pegó más al cuerpo de Damon sin que nadie lo note, mis hermanos están en un puff frente al televisor, mi tía y Molly en un asiento de dos y por último Tony en el suelo ya que se enterco en sentarse cerca de Shawn y Mila. 

Ahora mi cabeza descansa sobre el pecho de mi querido Alpha y mis piernas sobre las suyas. Mis hermanos lograron convencernos de ver una película pero sinceramente no sé ni de que se trata mis ojos no han dejado de ver a Damon en toda la tarde.  Su vista no deja el televisor a pesar de sentir mi mano  deslizarse por su torso sobre su camisa, solo contiene la respiración 

- Mi Luna deja de hacer eso - dice en m oido para que solo yo escuche - las consecuencias puede que no sean prudentes para el momento - dice mirando a mi familia y a la suya. 

Yo solo dejo mi mano descanzar en mis piernas, y la suya no tarda en tomarla...