17. Voy a estar para tí.

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Me desperté con el sol entrando por mi ventana, como cada mañana se me había pasado por completo bajar la persiana del todo, los rayos de luz se colaban a través de las pequeñas rendijas que había por mi ventana y me penetraban directamente a los ojos, obligándome a cambiar de postura y ponerme el cojín sobre la cara. Ese día no tenía nada interesante que hacer, el disco que iba a salir próximamente estaba ya grabado, a falta de unos pequeños retoques, pero para eso habíamos quedado el miércoles, y estábamos a lunes. Mire el móvil y vi que eran las 9:30 de la mañana, temprano para ser un día libre.

Me levante de la cama dispuesta a hacer algo de productivo, aun sabiendo que me iba a pasar todo mi día libre en la cama o en el sofá viendo alguna serie en Netflix, no sabía si vería a Flavio hoy, por lo que me dijo ayer tenía cosas importantes que hacer en el estudio y acabaría tarde. No había hablado con el hoy, solo un "Buenos días bonica" a las ocho de la mañana cuando yo todavía estaba durmiendo. Desayune viendo las últimas noticias importantes de ayer y conteste a algunos comentarios de mi último post en Instagram, fui a pegarme una ducha rápida, ponerme algo de ropa cómoda e intentar componer algo. La mañana paso sin más, me dio tiempo a terminar algunas canciones que tenía empezadas, escribí algunos poemas y me puse a hacer la comida. La tarde también paso sin nada relevante que contar, lo único que me dormí tres horas de siesta, lo que llevaba pensando desde que abrí los ojos a las 9:30 de la mañana. 

Eran las siete de la tarde y no sabía que hacer, tener un día libre era divertido, pero solo si tienes planes o cosas divertidas que hacer, porque eran ya las siete de la tarde y había hecho todo lo que tenía que hacer, por lo que decidí hablarle a Flavio y preguntarle si había terminado del estudio para que se pasase por casa y hacer un poco más amena mi tarde. 

"Samantha, ya estoy llegando a casa, no voy a salir, quiero estar solo"

Me sorprendió un poco su mensaje, para mal claro, pensaba que todo iba bien entre nosotros, pero con ese mensaje me dejo claro que algo pasaba, no se si entre nosotros o con el solo, pero yo no me iba a quedar de brazos cruzados esperando que el universo me diese una respuesta, ni si quiera le conteste al mensaje, me puse lo primero que pille por el armario, unas botas, una cazadora fina porque ya empezaba a hacer más calor y me dirigí a su casa, dispuesta a saber que es lo que le rondaba por la cabeza, estábamos juntos, creo que lo normal es que comparta sus cosas y sus miedos conmigo, igual que yo hago con el, se que es una persona que cuando esta mal se encierra en si mismo y tienes que tener mucha paciencia para que te deje entrar, pero con el había aprendido a tener más paciencia de lo normal y estaba dispuesta a ayudarle y a entenderle, pero claro, para eso tenía que contarme primero lo que le pasaba. Se que no es nada entre nosotros, porque hasta ahora las cosas van bien, más que bien, nos entendemos mucho, incluso más que antes.

Salí a la calle y eran ya casi las ocho de la tarde pero no había atardecido aun, se notaba que estábamos a finales de marzo, casi principios de abril, se iba notando en la calle, había más gente paseando, los días no se hacían tan cortos... Llegue a su portal y tenía llave, el me la dio por si pasaba algo, igual que yo le di una llave de mi piso a el, pero no quería entrar como si nada, quería que me abriese el.

La puerta de abajo estaba abierta, por lo que no tuve que llamar para que me abriese, subí en el pequeño ascensor que tenía su apartamento y llegue frente la imponente puerta marrón de su piso y llame al timbre, pero allí nadie abrió la puerta, llame otra vez y nada, pensé que estaría en la ducha pero no, oí un ligero toque de piano, un toque de piano que lo que menos era, es alegre, por lo que sabía que estaba en el salón, que algo le pasaba y que estaba perfectamente escuchando el timbre.

-Flavio abre la puerta, por favor -Dije acercando mi cara a la puerta, intentando no alzar mucho la voz para no crear ningún espectáculo allí-

-Flavio tengo llave, como no abras voy a entrar -Dije de manera amenazante antes de que me abriese la puerta y lo encontrase frente a mi con ojeras de haber estado llorando-.

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