11. Esta vez sí

974 45 1
                                    

En el pasillo del hospital, mirando a un punto fijo y pensando en que Flavio al fin había abierto los ojos, estaba sola en aquella sala de espera puesto que su madre y su hermana pasaron a verlo primero, ya que era lo más lógico y Eva había ido a su casa a coger unas cosas y a por Hugo ya que el no tenía el coche.

Miraba las paredes blancas de esa sala de espera pensando en que pasaría después de todo esto, si después de todo el querrá perdonarme o por lo contrario que lo dejase en paz, sabía perfectamente de la forma en la que le había hablado la última vez que nos vimos, y entendería perfectamente que me dejase de hablar a partir de hoy, pero no me iba a dar por vencida tan fácilmente, Flavio había sido la única persona de la que me había enamorado de verdad, ahora mismo no se si lo estaba realmente, pero sabia que lo seguía queriendo igual o más que antes, el era mi soporte en mis días malos y mi mayor alegría en los días buenos, y ahora solo pensaba en entrar en aquella habitación y ver que estaba bien.

El tiempo pasaba y de esa habitación no salía nadie, sinceramente lo entendía, era su madre y su hermana y después de todo lo que había pasado querrían esta con el, fueron pasando los minutos y por fin la habitación se quedo vacía, solo con Flavio dentro por lo que vi el momento oportuno para entrar, tampoco quería agobiarle mucho por lo que no estaría demasiado tiempo. Me adentre hacia el pasillo y con cuidado abrí la puerta de la habitación, encontrándome a Flavio un poco desubicado mirando para los lados.

-Flavio... ¿Cómo estas?

Dije yendo hacia su dirección y sentándome en el borde de la cama, no quería agobiarle ni mucho menos pero mi subconsciente me obligo a sentarse en ese lugar y de esa manera.

-Me duele mucho la cabeza.

Susurró mirándome a mi por primera vez desde que llegue a esa habitación y se toco la cabeza.

-Supongo que tu madre te habrá contado todo ya, no quiero que me des estos sustos mas ¿vale?

-Pensé que no ibas a venir, estas enfadada conmigo.

-No estoy enfadad contigo Fla.

-Si lo estas.

Y le puse un dedo en la boca para hacerle callar y que me dejase hablar a mi.

-Escúchame, no es momento ni lugar para hablar nada ahora mismo, necesitas descansar pero lo único que te quiero decir es que no estoy cabreada contigo, estoy cabreada conmigo por ser tan idiota.

-¿Has estado aquí todo el rato?

-Flavio llevas aquí desde ayer por la tarde, no es tanto tiempo, y si, he estado aquí, no quería no estar cuando te despertases.

-¿Y si no lo llego a hacer?

-¿Eso ha pasado? ¿No verdad? Pues ahora nos centramos todos en el presente, que el pasado esta demasiado lejos ya.

El solo se rio y abrió los brazos para que me acomodase junto a el.

-Me pelee con dos enfermeras ayer para que me dejasen pasar a verte. -Reconocí mientras estaba recostada junto a el.

-Tu lo de no liarla en cada sitio que pisas no lo llevas bien ¿Verdad?

-Así soy -Le dije riéndome- Lo siento bebé, pero quería entrar a verte.

-¿Me hablaste?

-¿Escuchaste algo?

-No.

-Pues ya te has contestado solito.

Le mentí, no porque me diese vergüenza admitir ni mucho menos todo lo que le dije pero me gustaría decirle todo ahora y que no lo hubiese escuchado mientras estaba dormido.

Ahora O Nunca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora