CAPITULO IV

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Habían pasado ya varios días desde que Naruto y Hinata se habían hecho novios, ellos no habían podido encontrarse, Naruto había tenido una misión de urgencia de parte de la aldea, salió casi de inmediato al día siguiente de su proposición y después de varios días Hinata solo había podido ver a Sasuke.

Sasuke por su lado también había estado ocupado, su padre no dejaba de reprocharle que a su edad su hermano ya era en algún aspecto mejor que él, se reprochaba a si mismo ser inferior a su hermano aunque este no tuviera malas acciones con él, su hermano se había ofrecido para ayudarle con su entrenamiento, Sasuke no quería seguir escuchando eso de su padre, así que olvidándose de todo se dispuso a entrenar sin descansar y no había podido ver a sus amigos desde antes de esa reunión en la que ellos se habían hecho novios sin que él lo supiera... aun.

Era un día libre de nubes, con el sol levemente presente por lo temprano que era, Sasuke había salido de su casa por un encargo de su padre, hacia la casa de su amiga, camino lento por las calles de Konoha que ya tenían a muchas personas en ella aprovechando el buen día, hacía mucho que no se tomaba el tiempo para contemplar su ciudad, los niños jugaban tranquilos, las madres detrás de ellos sonriendo, hombres y mujeres trabajando con una sonrisa, realmente amaba su aldea, Sasuke se perdió tanto en sus observaciones que olvido por completo que olvido a donde iba, esperaba que lo que él le llevaba a Hiashi no fuese muy importante por su tardanza, más de la habitual, y ya estando en la mansión Hyuga quería aprovechar para saludar a Hinata, se sintió muy extraño, nunca había pasado tanto tiempo sin verla.

Al llegar a la mansión la joven fue quien lo recibió. –Sasuke-kun!!- una figura mucho más pequeña que el agito su mano para saludarlo aun estando un poco lejos de él. Hinata tenía su semblante usual, tierno y gentil –Hinata!- la saludo de vuelta ya estando frente a frente –vengo a ver a tu padre, esta?-

-claro, pasa, está en su despacho, te acompaño- Sasuke ofreció su brazo para que caminara junto a él, Hinata lo acepto y juntos fueron junto a su padre.

Toco suavemente la puerta de donde se encontraba Hiashi –disculpa la interrupción padre, Sasuke-kun vino a verte-

Sin siquiera levantar la mirada de sus documentos –dile que pase, y déjanos solos-

Hinata asintió e hizo pasar al azabache –te espero en el jardín, si quieres Sasuke-kun?-

-si por favor, terminare rápido-

Sasuke paso, el hombre le pidió que tomara asiento y le entrego unos papeles que le mandaba su padre, Hiashi los recibió indiferente, ese hombre y su padre eran iguales, fríos e indiferentes, con su semblante siempre serio, rígido, como si nunca hubieran sonreído, no podía entender como un hombre así podía tener una hija tan bondadosa, verdaderamente (Hinata lo habrá sacado de su madre) pensaba.

-Gracias muchacho, dile a tu padre que en unos días quedara resuelto, puedes marcharte- Hiashi le indico, Sasuke hizo una leve reverencia y se marchó de aquella habitación, en camino hacia el jardín.

Su amiga de largos cabellos azulados lo esperaba en la mesa del jardín con un poco de té para ambos, Sasuke se acercó a sentarse frente a ella, sí que la mañana era linda, tranquila, despejada sin frio ni calor, podría decirse que perfecta, la presencia de Hinata siempre lo tranquilizaba y eso era lo que necesita después de tanto entrenamiento duro, pero ella se veía distraída, distante, nerviosa y aunque tal vez en ella era algo normal, esta vez era distinto y él lo sabía.

-Que pasa Hinata? Te veo un poco impaciente, pálida y más nerviosa de lo normal...-

–Sasuke-kun había algo que quería contarte...- puso un tono muy serio y una poco sonrojada, eso tenso a Sasuke, Hinata estaba actuando más extraño de lo normal – veras... Naruto, Naruto me pidió que fuera su novia y yo, yo lo acepte... pero Sasuke es un secreto por favor dime que no le dirás a nadie, si mi padre se llegara a enterar...- sus palabras salieron tan rápido de su boca, casi atropelladas unas por otras, la chica cerro fuerte los ojos y movió la cabeza con negación –no quiero saber que pasaría, no aun-

Sangre PuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora