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Distancia.

Al salir de la ducha, notó que la ventana de su habitación estaba abierta, ya era tarde y por lo tanto hacía frío, así que la fría ventisca entraba fácilmente a su habitación, y así mismo le causó un escalofrío a su cuerpo mojado

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Al salir de la ducha, notó que la ventana de su habitación estaba abierta, ya era tarde y por lo tanto hacía frío, así que la fría ventisca entraba fácilmente a su habitación, y así mismo le causó un escalofrío a su cuerpo mojado.

Fue 4apidamenre a cerrarla y acto seguido tomó la toalla y secó su cuerpo y su cabello para luego comenzar a vestirse con su ropa de cama. No tenía prisa en realidad, pero esperaba que a cena fuese rápida y no tuviera que cruzar muchas palabras con su madre, pues sería algo incómodo y molesto, sobretodo después de la extraña conversación que hace unos momentos atrás habían tenido.

Terminó de secar su cabello para apresurarse y tomar un peine guardado en su armario y pasarlo unas cuantas veces por su cabeza, no buscaba peinarse o verde bien, solo quería quitar los nudos que este tuviera para sentirse más cómodo. Y mientras lo hacía miraba a la nada, o uno de los muros de su habitación, más no se veía a sí mismo en un espejo y por lo tanto no tenía idea del aspecto que tenía.

Al acabar, le hechó un último rápido vistazo a toda su habitación, viendo su mochila vacía y todos sus libros y cuadernos sobre una mesa junto a su computadora. Suspiró aliviado y cerró la puerta, bajó las escaleras de la casa y finalmente llegó hasta la primera planta en donde las luces yacen encendidas. Una vez que entro a la sala y siguió de largo hasta el comedor, se asomó por la puerta de la cocina viendo a Helen de espaldas preparando dos platos en el mesón.

Ella parecía más tranquila y menos curiosa, lo cual dejo a Freddy un poco más tranquilo y así mismo se sentó en el comedor de frente a ella, esperando a que se diera la vuelta.

—¿Qué hay de cenar, mamá? — Le preguntó su hijo con curiosidad, mientras que ella sentía como Freddy intentaba ver por encima de su hombro y averiguar de qué se trataba.

Y Helen, como buena madre que era, se extrañó ¿Qué clase de pregunta era esa? No era algo que Freddy le preguntaría en un día como ese y menos así como si nada. No se trataba de una broma por parte de su hijo, puesto que la pregunta era muy seria, y a juzgar por el inconveniente y la extraña actitud de hace rato de él, sabía que algo estaba sucediendo.

Y detuvo sus movimientos en seco para pensar, apoyó sus dos manos a sus costados sobre el mesón sin voltear a verlo frunció su ceño.

—... Freddy, es viernes de pizza... —Al hablar, el castaño quedó callado e inmóvil, era verdad, y lo había olvidado por completo. —... Tú nunca lo olvidas.

Y una vez más, Helen tenía toda la razón, Freddy nunca olvidaba que todos los viernes la cena era pizza, siempre lo recordaba y se emocionaba durante todo el día, esperando que el día transcurriera rápido para poder llegar a casa y cenar. Pero ese día, no.

Ese día lo había olvidado, de hecho, no se le había pasado por la mente ni por un segundo, y la pregunta que no paraba de hacerse la señora Fazbear era: ¿Porqué?

Dominante. [Frededdy's Fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora