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Indeciso

Toda la mañana había sido víctima del frío que hubo durante la clase completa, incluso la fría ventisca que entraba al salón por las ventanas chocaba contra su cuerpo haciéndolo estremecer, pero para su desgracia no estaba permitido llevar alguna ...

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Toda la mañana había sido víctima del frío que hubo durante la clase completa, incluso la fría ventisca que entraba al salón por las ventanas chocaba contra su cuerpo haciéndolo estremecer, pero para su desgracia no estaba permitido llevar alguna prenda que no fuera parte del uniforme o de lo contrario le la confiscarian y nunca la volvería a ver.
Su uniforme no era muy aislante, así que su cuerpo estaba tiritando a la par que caminaba por la cafetería buscando algo de comer que le apeteciera entre todos los aperitivos que habían en las vitrinas y mostradores del lugar. Cuando tuvo su refrigerio se fue al lugar en donde estaban todas las mesas para comer, estas estaban en la parte trasera del patio en donde todos estaban pasando su descanso, jugando algún deporte en las canchas o sentados con sus amigos conversando. En una de las mesas de madera al aire libre estaban sus amigos esperando a que él llegase mientras comían tranquilamente.

Al ubicar su lugar, se acercó a pasos lentos hasta llegar a ellos y sentarse sin decir ni una sola palabra en el transcurso. Los demás le miraron con una cara de confusión al notar el silencio que guardaba porque normalmente no debía ser de esa manera, freddy siempre llegaba muy animadamente y con toda la actitud a saludarlos con una sonrisa estampada en su rostro de oreja a oreja y no la borraba en ningún momento, aveces parecía que incluso dormía sonriendo.
Ahora estaba callado, nisiquiera el sonido de su respiración era perceptible, no hubieran notado que él estaba ahí de no ser porque lo vieron llegar.

—Freddy. —Le llamó la única chica del grupo con cautela, algo le sucedía y planeaba averiguar que era eso que tenía a su amigo tan frustrado. El resto de ellos solo observaban en silencio, en realidad nunca habían visto a Freddy enojado realmente pero tampoco se arriesgaría de esa manera, solo les pareció buena idea que Chica fuera quien pusiera en riesgo su pellejo.

Freddy al escucharla, levantó su cabeza de la madera de la mesa con pereza y desinterés dando a entender que la estaba escuchando, sin decir ni una palabra.

—¿Estás bien? ¿Sucede algo? — Preguntó ella, estaba sentada frente al castaño y puso su mano encima de una de las de él.

—No es nada. —Habló cortante, sin poner mucha atención a lo que ella le decía.

Freddy aveces pensaba que el clima y sus sentimientos tenían algún tipo de conexión con él o con las personas que quería y estaban involucrada con él. Creía que cada vez que él estaba en sus días muy alegres, era por eso que el sol brillaba con intensidad y el cielo era tan azul, tan alegre y agradable, casi cómo sus ojos. Cómo si girará en torno a él.

Lo mismo creía que pasaba cuando estaba triste o deprimido, hoy era el caso; había tenido un mal día que aún no terminaba y parecía que jamás lo haria y no estaba de muy buen humor como para pensar demasiado en ello, para conseguirlo disuadía sus pensamientos pasando un rato alegre con sus amigos y siendo lo más positivo posible, o almenos eso intentaba. Pero al parecer y tal como pensaba, el cielo gris y lloroso no le permitían pensar en lo mal que se sentía en esos momentos.

Dominante. [Frededdy's Fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora