Cap VIII: Poder demoniaco

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Desperté en mi cuarto, sobre mi cama cómo cualquier día y de inmediato comencé a recordar todo lo que había pasado, me sentía terrible, pero físicamente cómo si tuviera resaca, el dolor de cabeza y mi falta de capacidad para resistir la luz, aun así debía levantarme temprano para ir a la escuela, pronto mi madre me llamó.

-¡Max!, ya es tarde, ¡date prisa! –Gritó desde la cocina.

-¡Ya voy! –Respondí.

Me levante con la fuerza que aún tenía y me vestí, eran las 6:45 y no tenía tiempo para nada más así que salí lo más rápido que pude de casa.

-¿No comerás nada? –Preguntó mi madre desde adentro.

-Compraré algo en la escuela. –Le respondí mientras subía a mi moto.

Salí a toda velocidad y poco antes de llegar me topé con una luz roja que apenas se encendía, no tenía tiempo pasa eso, y la luz tardaba demasiado, me concentré en ella esperando a que cambiara y la miraba fijamente, cuando repentinamente sufrió un corto para terminar marcando luz verde, lo que me hiso acelerar hasta que apenas logré llegar, corrí a mi aula, esperando que el profesor  me dejara entrar toqué la puerta y el profesor la abrió.

-¿Por qué tan tarde Sheppard? –Preguntó un poco molesto.

-Lo siento profesor, tuve algunos inconvenientes para llegar. –Respondí.

-No se presenta toda la semana y hoy que aparece llega tarde.

-Lo lamento, no volverá a pasar.

-Eso espero Sheppard, pase.

-Gracias.

-Clase, volvamos al tema…

Jenny me había guardado un lugar así que me dirigí hacia ahí.

-Interesante manera la tuya de regresar… -Me susurró Jenny.

-¿Eh? Oh… si… he tenido problemas para dormir… -Respondí

-¿En serio?, debe ser el cambio de horario, suele pasar cuando viajas…

-Si… debe ser eso… -Respondí algo distraído.

El resto de la clase estuve pensando en todo y buscando alguna salida para esto en que me metí sin buscarlo pero… cometí un error… dejé que Jenny se diera cuenta, ella era mi amiga desde hace 5 años, por tanto se preocupaba por mí aunque la mayoría de las veces se mostrara molesta conmigo, al terminar la clase el siguiente profesor no asistió así que Jenny se acercó a hablar conmigo.

-¿Te pasa algo? –Me preguntó.

-¿Por qué lo preguntas? –Respondí.

-Te noto distraído… más de lo normal… ¿hay algo de lo que quieras hablar?

-No pasa nada, sólo es el cansancio del viaje, es todo. –Respondí.

-¿Seguro? ¿Nada extraño te pasó en el viaje? –Preguntó.

-¿Extraño?... esa palabra no es suficiente para describir lo que pasó…

-Pues ¿qué fue?

-Te lo diría pero ni yo mismo estoy seguro de ello, mejor dejémoslo así…

-Está bien… -Me respondió.

Cerré los ojos un momento y sentí algo, algo que se acercaba, casi inconscientemente levanté mi brazo y atrapé algo, al abrir los ojos me di cuenta que se trataba de una piedra, y de que la había lanzado Sid, un sujeto que disfrutaba molestarme ya que Lucy lo había rechazado antes de comenzar nuestra relación, el tipo era un gorila, grande, con cara de simio y al enojarse parecía que gruñía, antes de darme cuenta el tipo lanzó otra piedra y esta vez la esquivé de manera sorprendentemente ágil.

-Ya basta Sid… -Grité.

-Tú acaba con esto Sheppard y recibe tu golpe. –Respondió.

En ese momento ese instinto demoniaco volvió a mí…

-Entonces… golpéame si puedes Sid…

Sid mostró ira en su rostro y entre él y sus secuaces comenzaron a lanzarme piedras que yo esquivaba de manera asombrosa mientras me acercaba a ellos, Jenny sólo miraba impresionada.

-¿Qué pasa? ¿Cinco sujetos no pueden atinarle a una sola persona? –Pregunté burlándome.

Al quedar lo suficientemente cerca ellos comenzaron a lanzarse sobre mí y yo los abatía fácilmente hasta que sólo quedó Sid que comenzó a lanzarme golpes que yo esquivaba, uno de ellos lo atrapé mientras presionaba la mano de Sid con intención de romperla…

-¡Ahhh! –Se quejó Sid. –Suéltame por favor.

-¿Qué pasa Sid? ¿Acaso duele? –Me burlaba mientras seguía presionando y su mano empezaba a crujir levemente.

-¡Max no! –Gritó Jenny y yo recuperé la conciencia mientras soltaba a Sid.

-¿Qué? ¿Qué demo…?

Sid me golpeó repentinamente en la cara y luego se largó corriendo.

-¡Auch! –Me quejé mientras me cubría el ojo con mi mano.

-Oh Max lo siento ¿estás bien? –Me preguntó Jenny preocupada. –Déjame ver, oh diablos Max, ¡Tu ojo está negro!

-Ah diablos…

Llegó la hora de salir, unos minutos antes había recibido un mensaje de Lucy:

Max, te veo en la plaza a las 2:00 ¿sí? No tardes J -Lucy <3

Así que al salir de la escuela me fui a toda velocidad a la plaza y llegué cubriéndome en ojo.

-¿Max? ¿Qué te pasó? –Preguntó preocupada al verme.

-Nada, tuve problemas con Sid…

-¿Sid? ¿Qué diablos te hizo? Déjame ver…

Me quitó la mano del ojo y su expresión cambió.

-¿Huh? ¿De qué hablas? No tienes nada amor…

-¿Qué? –Me miré en un cristal, sorprendido pues el moretón en mi ojo había desaparecido, cómo si nunca hubiese estado ahí. –No puede ser… pero si mi ojo…

-Seguro sólo fue el dolor cariño. –Dijo ella un poco preocupada.

-Creo que sí linda… eso debió ser…

Crónicas de un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora