Intenté concentrarme en algo que me pudiera ayudar, cerré los ojos y al abrirlos me encontraba oculto adentro, al parecer podía tele transportarme a voluntad, me mantuve oculto pero habían sujetos armados casi por todo el interior, o más bien gorilas armados, porque eso parecían, así que pensé en apagar las luces, pero encontrar los interruptores me tomaría demasiado, luego recordé lo que pasó en la mañana con el semáforo, quizás podría hacer lo mismo con las luces, así que repetí el procedimiento y después de concentrarme un momento las luces se apagaron, de inmediato todos comenzaron a hacer exclamaciones al respecto y yo entré en acción…
-¿Qué diablos está pasando? –Preguntó uno de ellos.
-¡Que alguien encienda las malditas luces! –Dijo otro.
Al verlos por primera vez pude contar 5 de ellos, todos vestidos con traje, el objetivo era acabar con tantos cómo pudiera, estaba a punto de atacar cuando las luces se encendieron de nuevo dejándome al descubierto, todos los presentes me vieron y los jefes decidieron no tomar riesgos ante un encapuchado…
-¡Abran fuego! –Dijo uno de ellos y todos los matones comenzaron a dispararme.
Yo tuve que ponerme fuera de su alcance por un momento hasta que logré apagar las luces de nuevo, entonces entré en acción contra los matones que eran aproximadamente 15 a los que tuve que acabar para no arriesgarme a todos reventándoles el cuello para acabar rápido y al terminar encendí las luces, los líderes se pusieron fuera de mi alcance, pero no de mi vista, me observaban desde el piso de arriba, yo volteé la cabeza para mirarlos.
-Ustedes son los que siguen… -Dije amenazando.
Salté de un solo impulso hasta donde estaban y comenzaron a dispararme, pero esta vez recibí las balas ya que esquivarlas mientras me acercaba era más difícil, las balas me atravesaban pero no me producían gran dolor, era algo soportable para ser disparos, no sabía si las heridas estaban cerrando pero lo ignoré, en ese momento mi ira creció y sentí como si fuera a transformarme pero no fue así, tan sólo salieron las garras de mis dedos y los lideres comenzaron a correr y yo a ir tras de ellos, atrapé y acabé con 4 de ellos y uno logró escapar del edificio, yo iba tras de él y cuando estaba a punto de llegar a la salida lo vi sacar una especie de control con un solo botón y lo presionó, y lo supe, era un detonador, no pasó ni medio minuto después de que lo activó cuando el edificio entero explotó en llamas, pensé que el dolor sería insoportable aunque después pareciera que nada pasó, pero no fue así, las llamas me tocaban y envolvían pero no me causaban daño ni dolor, ni a la ropa que llevaba puesta, así que seguí caminando hacia la salida y al llegar él seguía ahí mirándome aterrado y paralizado, mi cuerpo aún proyectaba algunas llamas y ahí me di cuenta de podía controlarlas y manipularlas a mi gusto, el quinto seguía ahí, paralizado del miedo y la impresión mirándome fijamente.
-¿Qu… qué eres? –Preguntó atemorizado.
Yo lo miré con ira, intentó asesinarme, y no dudaba que hubiese asesinado a cientos más a sangre fría, así que sonreí y le dije:
-Soy el que te enviará a infierno. –Extendiendo mis brazos hacia él.
-¿¡Qué!? ¡No! ¡Por fav…! -Lancé una enorme llamarada contra su cuerpo.
Él intentó gritar pero su grito se vio ahogado casi de inmediato por el calor de las llamas, uno segundos después me detuve sólo para darme cuenta de que lo único que quedó fue su esqueleto casi carbonizado –Sorprendente. –Pensé, tan solo con unos segundos acabé con él, todo el golpe fue perfecto, este sujeto estaba carbonizado y los demás quedarían irreconocibles por las llamas del edificio que desfigurarían sus cuerpos enteros, me aseguré de no dejar cabos sueltos y de ninguna manera se supiera que yo fui el responsable, una vez que todo estaba en su lugar, regresé a casa agotado y un poco adolorido.
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Crónicas de un Demonio
FantasiDe todas las criaturas y espectros que existen en las diferentes dimensiones del multiverso las más letales, poderosas, respetadas y temidas son los demonios, seres con una influencia inimaginable en el mundo de los hombres, la Tierra y que han sido...