Gato blanco

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Kakashi se levantó temprano debido a un fuerte dolor en la costilla. Intentó levantarse pero los huesos del costado le dolían tanto que mejor se quedó recostado, sobándose suavemente el área afectada. No tenía misiones y tampoco ánimos para limpiar su departamento así que se dirigió al hospital para un chequeo de rutina. Saludó a Sakura amablemente y ésta hizo todo lo necesario para sacar las muestras necesarias para un análisis completo.

―¿Te va bien en el hospital? ―inquirió el maestro mientras la pelirosa terminaba de sacarle el tubito de sangre.

―Sí ―sonrió ―, no se preocupe, Kakashi-sensei. Estoy bien, me la paso ocupada en el hospital con eso de que Shizune-san está de vacaciones.

―Supongo que debe ser estresante ser la dirigente del hospital.

―Algo, pero me gusta mi trabajo. ―Sakura guardó las muestras en su lugar correspondiente ―. Listo. Venga la próxima semana para recoger los resultados.

De improvisto una enfermera irrumpió en el consultorio con semblante nervioso.

―Disculpe la intromisión, Sakura-san, pero la necesitan de urgencia en la mansión Hyūga, es Hayato-sama, ¡tiene un fallo en el corazón muy grave, necesita de su intervención!

―Dios mío. ―Abrió grandes los ojos ―. Chizuru, prepara todo lo necesario y te vas conmigo a la mansión, dile a Shiro que necesito su ayuda, los alcanzo en la salida. ―ordenó rápidamente. La enfermera salió enseguida y la doctora Haruno apresuró el paso para tomar una carpeta de la gaveta de expedientes, sus dedos ágiles dieron con el expediente de Hayato Hyūga y salió como alma que lleva el diablo del consultorio, caminando a paso veloz por el pasillo. Kakashi tan solo escuchar el apellido Hyūga dio un brinco de la camilla donde estaba sentado para seguir a su alumna por el pasillo.

―¿Hayato Hyūga? ¿El antiguo dirigente del clan?

―Kakashi-sensei, la consulta ya terminó. ―dijo fastidiada de ser perseguida. Rápidamente bajó las escaleras de madera para llegar al primer nivel. Chizuru y Shiro ya estaban en la puerta de salida, esperándola.

―¿Puedo acompañarte, Sakura-chan? Estoy aburrido.

―Lo que sea pero manténgase callado. ―gruñó, empezando a correr para llegar más rápido. Kakashi siguió a la médico y sus enfermeros, saltando por los techos de las casas tan rápido como sus piernas y pies les permitían saltar.

"Finalmente voy a saber cómo estás después del anuncio del matrimonio Uzumaki-Haruno, Hinata-chan", pensaba Kakashi intentando no ir demasiado rápido como para verse desesperado o raro. Tenía qué comprobar con sus propios ojos que la niñita Hyūga estuviera bien. El haberla visto con esa expresión vacía cuando le dijo "Sayonara, Kakashi-sensei" y el comentario de Naruto sobre que Hanabi la había quitado del servicio shinobi le hacían sentirse curioso por ver a Hinata. Comprobar que ella seguía siendo la chica dulce y débil de siempre. La que siempre callaba y observaba desde lo lejos.

Descubriría por sí mismo si Hinata era la joven de negro que vio con Ibiki Morino aquella noche. Esa vez se retiró enseguida, pero soñó toda la noche que la chica de máscara de gato era Hinata.

"Diablos, Kakashi, estás pensando como un loco".

Ya ni siquiera leía sus libros para adultos. Solo tenía que ver que Hinata fuera la misma, que no se estaba convirtiendo en un Sasuke o un Obito. Confirmaría con sus propios ojos y al día siguiente su vida seguiría siendo la misma canción aburrida de siempre. Se sintió emocionado ligeramente cuando lo dejaron entrar al territorio Hyūga porque acompañaba a Sakura. El par de Hyuga's que los recibieron les guiaron por un pasillo que los llevó hacia un bloque rectangular que en el centro tenía un jardín de piedras y arenas de colores. Kakashi miró para todos lados, buscando a Hinata. Se detuvo abruptamente al comprobar que al otro lado del jardín y de pie estaba Ibiki Morino, mirándolo desde lejos y a su lado había una chica sentada abrazando sus rodillas y vestida de negro y con una particular máscara de gato.

Ella y su oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora