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El miedo se encontraba en cada centímetro de su piel mientras que corría a una velocidad sobre humana; gracias a lo libros que había leído sabía que cuando el ser humano se encontraba en peligro podía correr o saltar más rápido o alto que de costumbre, escuchaba los gritos desgarradores de las personas, en algunos casos llegaba a chocar con personas que intentaban escapar.
Se supondría que ese día sería igual a lo demás con los tirantes fuera de la murallas y ellos viviendo sus vidas como lo hacían siempre; pero ahora... Lo único que quería era encontrar a su padre y a su hermana, quería despertar de aquella pesadilla.
Colocó su mano en su cabeza tratando de sostener su gorro de lana, las lágrimas se desbordaban de sus mejillas y los jadeos de su boca salían por el cansancio. A pesar de eso, en su mente su propósito era encontrar a su familia.
Corrió hacia el centro del pueblo, sus ojos se abrieron con temor. Los escombros habían acabado con la plaza, las sangre se encontraba salpicada en todos lados y los cuerpos de bajo de los escombros causaban que su tono de piel se volviera más blanco.
─¡____________!
Su rostro giro automáticamente hacía donde provenía aquella voz.
─¡Beatrice!
─¡Insecto!
Los brazos de su hermana lo envolvieron con fuerza, mientras que dejaba algunos besos en su frente.
─Tenía tanto miedo de que algo te hubiera pasado. Por ello no dude ni un segundo en salir de casa y venir a buscarte, es un milagro que te haya encontrado.
Su hermana le hizo mirarle a lo ojos, en ese momento pudo ver las manchas de tierra en la ropa y sangre en sus mejillas, aunque su collar en forma de corazón seguí ahí de color oro brillante sin ningún tipo de polvo. Bella le sonrió tratando de transmitir calma a pesar de que terminó haciendo una mueca.
─¡Tenemos que irnos ahora!
─Pero, ¿Y papá?
La mirada de su hermana se perdió en algún punto inexistente mientras se ensombrecia.
─Él... Él nos alcanzará después. Le he visto antes de llegar a ti, está bien.
Su hermana bajo la mirada mientras hablaba.
─Ahora tenemos que ponernos a salvo nosotros. Procura solamente mirar tu pies, yo te guiaré hasta la zona de evacuación.
Jalo de su mano mientras corrían... Y durante un breve momento no acato la orden de Bella, con ello notó como de los ojos de Beatrice salían lágrimas, estaba completamente seguro que lo anterior antes dicho por su hermana había sido una mentira, su padre, su querido padre había muerto en aquel lugar.
