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Después de la semana en que duró su celo paso la siguiente sin poder dirigirle la mirada a los ahora Alfas de sus amigos y es que cada vez que intentaba hacerlo recordaba las vergonzosas ideas que su mente había producido.
La Beta que le había ayudado aquel día cuando llegó por primera vez su celo, le explicó que llegaría cada tres meses con duración de una semana hasta los dieciocho años, edad en la cual su lobo interior buscaría de una manera u otra tener un cachorro; y por lo tanto, su celo duraría diez días y serían casa dos meses, sus feromonas se intensificarían y trataría de llamar a cualquier Alfa. Le enseño también a como hacer supresores e inhibidores en algún tipo de té. También le informo acerca de la voz Omega, un tipo de voz que servía a los Omegas para que los Alfas o Betas cumplieran sus órdenes, les provocó a ambas jerarquías un sentimiento de paz y tranquilidad que hacían que siguieran con gusto sus mandatos.
Sus días siguientes a aquel suceso se basaban en conseguir algo que comer, encontrar un lugar en el cual bañarse, ponerse su típica ropa y su ahora inseparable collar, hacer algún tipo de trabajo por el cual le pagarán, comer, hablar con Mikasa sobre el día y llorar en silencio por su padre y hermana. Hasta que un domingo, mientras que comían sus alimentos que eran pedazos de pan, decidió hablar.
─Me convertiré en un Omega de compañía.
Sintió los tres pares de ojos sobre él, mirándole sorprendidos. Él solo pudo bajar la miraba mientras que sus feromonas salían de sus poros con olor a dátiles y canela salían son control; Eren, Mikasa y Armin se vieron en la obligación de tapar sus narices y bocas con la mano, hasta que logrará calmarse.
─¿Estás seguro en ser un Omega de compañía, ___________?
Le preguntó Armin mientras le miraba de manera comprensiva, parecida a la de su padre cuando le contaba sus problemas.
─No es una opción, Armin. Tan sólo míranos, somos cuatro niños de doce años que no tienen a nadie que les proteja, ni un hogar y con la incertidumbre del ¿Qué comeremos mañana?
Armin guardó silencio sin palabras con las cuales negar sus afirmaciones, porqué después de todo, lo que había dicho no se alejaba para nada a la realidad. Fue entonces el turno de Mikasa para hablar.
─En ese caso, sabes acerca de lo que harán cuando sepan que eres un Omega virgen y sin pareja, ¿Verdad?
─Se muy poco al respecto.
De hecho sus conocimientos acerca de eso eran completamente niños, jamás había escuchado a su padre hablar de eso.
─Ellos querrán comprar tu pureza. Es una regla no escrita por parte de los Omegas de compañía, algo así como una iniciación. Tendrás que irte con aquel Alfa que de más por tu virginidad y pasar tu celo con él.
