Prólogo

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Antes de empezar a leer, les recomiendo que si no han leído el primer libro, lean ese antes para entender todo lo que pase aquí.

Se llama "El Hades de Seo Changbin".

Y si ya lo leyeron pues, ¡bienvenidx! Y disfruta de esta segunda parte. 💕

También, para las personitas que han leído el libro desde antes del 16 de octubre de 2021, necesito que sepan que hubo un cambio de personajes.

Chenle ➡️ Seungmin.

Eso quiere decir que Chenle ya NO existe en esta saga y que Seungmin es el hermano de Jisung y Jeongin.

Si tienen alguna duda, escríbanme. 😚💕

POV Felix

ㅡ¡Vamos hermano, debemos irnos ahora! ㅡinstó Jisung mientras se apresuraba a sacarnos a Jeongin y a mí a través de nuestra comuna diezmada, teniendo a los hombres de su amante guiando el camino.

ㅡ¡No! ¡Ya te lo dije, no voy a ir! ㅡlloré, mis piernas tambaleándose en estado de shock cuando atrapé un vistazo de los discípulos de La Orden recostados sin moverse en la vasta tierra ceremonial, con sus cuerpos destrozados por las balas y sus ojos vidriosos sin vida, diciéndome que habían muerto. Ellos los habían matado.

ㅡ ¡Felix, por favor! ㅡrogó Jisung, y tiró de mi mano, con sus ojos enormes y cálidos implorándome que lo siga.

Traté de moverme, pero los gritos estremecedores de las mujeres y niños de La Orden atravesaban mis oídos mientras los veía corriendo salvajemente sin rumbo, al no tener ya a los discípulos para guiarlos y protegerlos. Niños solitarios de todas las edades estaban gritando por el frenesí de los hombres desconocidos moviéndose, algunos clavados en el suelo buscando quien los ayude. Mi gente estaba tratando lo mejor que podían para huir de los hombres diabólicos vestidos de cuero negro que habían ingresado a la fuerza en nuestra fe para destruirla.

Todos los discípulos y hermanos estaban muertos.

Fue una carnicería.

Una escalofriante escena directamente sacada de las páginas de la Revelación.

ㅡ¡Felix! ㅡgritó Jisung de nuevo, llevando sus manos a mi mejilla y ahuecándola para obtener mi atención. Su rostro estaba preocupado por mí, pero había determinación en sus ojos mientras trataba de arrastrarme lejos del camino de nuestro señor...

ㅡYo... yo no quiero irme... ㅡsusurré y eché un vistazo a Jeongin, quien parecía adormecido mientras seguía obedientemente a Jisung... como un cordero dispuesto a la masacre. Llevado a las manos de Satanás.

ㅡSé que no quieres irte, hermano. Pero este lugar no es seguro. Tenemos que irnos. Tenemos que ir al exterior.

ㅡ ¿Al exterior? ㅡle grité, mis ojos ensanchándose y empecé a temblarㅡ ¡No! ¡NO! ¡No puedo ir al exterior! Es malo. Tengo que quedarme aquí. ¡Para ser salvado necesito estar aquí! Tú lo sabes. ¡Por favor, no me niegues mi oportunidad de salvación!

Arranqué mi mano de la de Jisung y comencé a retroceder.

ㅡ¡Jisung! ¡Consigue de una maldita vez poner ese culo bajo control, tenemos que salir rápidamente! ㅡEl hombre con el cabello rubio que había matado al hermano Yugyeom, mi redentor, gritó detrás de Jisung pero sus ojos marrones estaban fijos en mí. Él continuó mirándome, sus ojos no se despegaban de mí. Desde el momento en que había dejado la celda, él me había mirado y seguía mirándome todavía.

De pronto el amante de Jisung silbó desde su lado e indicó que lo sigamos con un gesto de su mano, pero el miedo se apoderó de mi corazón, y el instinto me hizo huir.

No podía dejar la comuna. Necesitaba ser salvado.

ㅡ ¡Felix! ㅡLa voz de Jisung gritó mientras salí corriendo, perdiéndome entre la multitud de rostros aterrorizados que gritaban ayuda. Mi cabeza se sacudía de lado a lado mientras trataba desesperadamente de encontrar un lugar para esconderme, y al ver una entrada hacia el bosque, levanté mis pies y me apresuré en esa dirección.

Pero antes de que hubiera dado unos pocos pasos, un gran cuerpo me envolvió en sus brazos y me levantó del suelo, evitando que me aleje.

Grité y grité mientras un brazo fuerte e inquebrantable cubierto de cuero se envolvió alrededor de mi cintura. Estaba aterrorizado, y las lágrimas empezaron a deslizarse por mi rostro cuando sus piernas ganaron velocidad y empezó a correr.

ㅡ ¡Por favor... por favor, déjame ir! ㅡle rogué, pero una boca que de repente se colocó en mi oído cortó mi voz dejándome petrificado.

ㅡNop. Te vienes con nosotros, mejillas dulces, así que deja de intentar huir con ese culo sexy. Aunque, podría ver esa jodida vista de melocotón perfecto durante todo el día y nunca cansarme. Pero Jisung te quiere en el club, por lo que estás jodidamente viniendo al club.

Mi respiración se detuvo por la forma en que este extraño rubio me habló y me congelé en sus brazos, sin atreverme a moverme, preocupándome que si lo hacía podría correr la misma suerte que los hermanos muertos en el suelo. Entonces, mientras ajustaba mi cabeza con cuidado, vi quién me sostenía en sus brazos, cargándome como si no pesara nada, era el hombre rubio de antes. El que continuaba mirándome fijamente como si yo fuera algo que quería devorar.

El mismo hombre, que cuando mis ojos se encontraron por primera vez con los suyos, hizo que un dolor palpitara dentro de mi pecho.

Aun petrificado en sus brazos, nos acercamos a Jisung y Jeongin, Jisung mirándome con alivio, Jeongin con simpatía. El hombre rubio nunca me dejó ir, jalándome cerca hasta que estaba al ras de su pecho, y no luché contra él mientras fui forzado a abordar un vehículo grande con mis hermanos, con los otros hombres malvados arrastrándose por detrás... y con los ojos del hombre rubio todavía fijos en los míos.

Un silencio ensordecedor reinó y miré por última vez a mi hogar, luego todo lo que conocía fue repentinamente bloqueado cuando puertas anchas del vehículo nos atraparon en el interior, hundiéndonos en la oscuridad.

Contuve un grito, y sentí a Jisung tomar mi mano. Pero eso ofreció poco consuelo, así que, en su lugar, cerré mis ojos y comencé a entonar mis oraciones. Me mantuve incondicionalmente arraigado a mi fe. Rogué al Señor que no perdiera mi camino y empecé a mecerme atrás y hacia adelante en mis manos y rodillas mientras cimenté mi fe en el Señor, sintiendo el Espíritu Santo llenarme con su calor.

Un rato después, el vehículo se detuvo, las puertas se abrieron y Jisung nos guió escaleras arriba a unas pequeñas habitaciones privadas, solo para dejarnos solos mientras iba a conseguirnos comida. Pero no sería capaz de comer, el temor revolvía mi estómago tan mal que casi caigo de rodillas. Jeongin se paró a mi lado mientras veía la habitación extraña y su mano se deslizó lentamente en la mía, agarrándola con una intensidad que me alertó de su miedo también.

ㅡ¿Crees que estaremos a salvo aquí, Felix? ㅡpreguntó Jeongin, su voz apenas un susurro.

Caminando hacia la ventana, con Jeongin siguiéndome, me quedé mirando a los hombres infieles que habían asesinado a mis hermanos riendo y bebiendo en el patio, sus amenazantes ropas negras y comportamiento perverso enviando desconcertantes escalofríos por mi espina dorsal.

ㅡBueno, Felix, ¿lo crees? ㅡpresionó de nuevo Jeongin.

Girándome para enfrentar a Jeongin, tiré de él en mis brazos y le respondí:

ㅡNo, Jeongin. No creo que estemos a salvo aquí. De hecho, creo que Jisung nos ha dejado caer en las profundidades del Infierno.

💀💀💀💀💀

Bueno, ¿recuerdan que les dije que este tendría drama?

No mentía jsajdjaa.

El Hades de Hwang Hyunjin (HyunLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora