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Capítulo 4.

Hero

—¿Entonces nos encontramos en la puerta del bar?— me pregunta por quinta vez en el dia al telefono mi mejor amigo de toda la vida que hoy, es su cumpleaños. Cameron.

Nos conocemos desde los 5 años, con mi familia nos habíamos mudamos a un barrio totalmente nuevo y diferente, recuerdo que vino a mi casa con su madre y un plato de galletas caseras para darnos la bienvenida, desde ese día somos como hermanos.

Hoy cumple 21 años y va a festejarlo en un bar según el tranquilo, no debería, mañana tengo mucho trabajo pero ir por unas horas no puede ser tan malo.

—Como te dije hace unos diez minutos atrás, si.—

—No llegues tarde hermano.—

—Estaré después de las diez, cena en casa.

—Dejales un saludo de mi parte.—

—Hecho.—

Nos despedimos, corto la llamada y arranco mi moto, antes de llegar a mi departamento paso por un mercado y compro unas cosas que necesito y cuando tengo todo, voy derecho hasta mi departamento.

Cuando llego dejo la moto guardada y saludo a las tres personas que me cruzo en el camino, entro a mi hogar y voy directo hasta mi pieza, no pierdo tiempo en preparar algo para almorzar, me quito a las apuradas la ropa y me encuentro con mi cómoda cama que me estaba extrañando toda la mañana, le hago saber que es un sentimiento mutuo.

El sonido irritante y molesto de la alarma del celular me despierta de mi sueño dorado.

Abro con los ojos con pereza y me toma un poco de tiempo acostumbrarme a la luz que entra por la ventana que olvide de cerrar.

Miro la hora y son las 19:30.

Carajo.

Doy un brinco de la cama con tanta intensidad que caigo al suelo de frente y me cuesta segundos volver a ponerme de pie, corro rapido al baño y me doy una ducha rápida.

Termino y me cambio con lo primero que encuentro, un jeans negro y una remera color blanco, unos borcegos negros que nunca use pero me los regalo mi hermana para mi cumpleaños y quiero complacerla con que su regalo se me hizo util, un poco de perfume, billetera en un bolsillo, celular en otro, llaves y listo.

"Mucho tráfico, pero estoy en viaje.

Envío una pequeña mentira por mensaje de texto a mi mamá y salgo de casa, cierro todo y en el camino hasta el estacionamiento revisó tener la documentación necesaria.

Nunca fui un gran fanático de la velocidad, no desde que por mí trabajo me tocó estar presente en muchos accidentes de tráfico y tuve que ver cosas que hoy en día un poco me siguen atormentado, pero está noche es necesaria y aplicó un poco de velocidad para llegar a casa, esquivo un par de autos que me regalan algunos bocinazos y en cuestión de minutos, la casa de mí infancia.

Un pequeño parque adelante con la entrada para el auto y una casa de color blanco con el tejado negro, apagó mí moto y voy con ella hasta la entrada del garaje.

Busco mí llave y guardo la moto, decido entrar en la casa por la puerta del garaje que me lleva directo a un pasillo conectado con la cocina, entró y el olor a salsa y pasta me inunda el olfato.

Lo primero que veo es el cabello rubio oro de mí hermana, está de espaldas a mí y con sus auriculares puestos. Aprovechó esa ventaja y la asustó por la espalda.

• 911 LOVE. •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora