• 911 LOVE. •

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Capítulo 5.

Josephine.

La luz proveniente de algún lado de mi habitación me está dando justo en el ojo derecho, me giro y cambio de lugar, abrazo la almohada y el ruido molesto de la alarma del celular vuelve a sonar.

—Cas, apaga esa maldita alarma.— oigo a Vannesa decir desde una esquina de la habitación.

—Es el teléfono de Jo el que suena.— dice ella con pereza y bostezo de por medio.

Estiro mi mano y logró alcanzar hasta la mesa de luz donde esta mi teléfono sonando, lo tomo aun con los ojos un poco cerrados, logró desbloquear la pantalla y apagar la alarma.

Pero cuando veo la hora con el rabillo del ojo y noto que falta media hora para que la primera clase empiece, los abro de golpe y doy un brinco violento de la cama.

—¡Carajo!.— me levanto de mi cama y corro hasta la ventana, abro las cortinas y subo las persianas.

—Pero ¿qué haces? no seas mala.— se queja Cas.

—En media hora tenemos que estar en la clase de Literatura, arriba arriba arriba.— digo mientras empiezo a buscar y ponerme el uniforme.

—Maldita sea, maldita sea.— dice Vannesa y en cuestión de segundos mi habitación se vuelve un desastre mayor, mis dos amigas y yo estamos corriendo de aquí para allá, sacándonos el pijama o la ropa de anoche y poniéndonos el asqueroso uniforme.

Busco mis zapatillas y cuando estamos listas, corremos hasta el baño.

Nuestro reflejo nos asusta y gastamos la mitad del paquete de toallitas desmaquillantes.

Tratamos de quedar un poco más decentes y nos turnamos para hacer nuestras necesidades.

Cuando terminamos, volvemos a mi habitación.

En cinco Sam estará afuera. Eso solo nos deja la opción de desayunar más tarde.

Tomamos nuestras cosas y camino hacia la salida nos cruzamos con mi papá y hermano desayunando.

—Buenas noches.— dice Kevin.

—No jodas.— contesta Vanni.

—Siempre tan dulce.— mi hermano me mira y dice.— Por cierto, mandale un saludo al chico de anoche, me cayó muy bien.—

—Pero, ¿de qué chico hablas? a Sam lo conoces ya.— contestó con obviedad.

—No habló de Sam, hablo del chico de anoche, su nombre era algo raro de pronunciar.—

—Creo que era Hero.— dice papá.

—Jo, Sam está abajo.— me avisa Cas.

—Vayan bajando, en cinco estoy allí.— ellas me miran y luego de darles una sonrisa medio inventada, se van.

—Por cierto hija, ¿quien era el?.—

—Hero.— pienso una excusa que sea creíble.. —Si, Hero es un amigo en común con Sam.— eso suena creíble ¿no?

Mi teléfono sonando y el nombre de Vannesa brillando en la pantalla me da el motivo perfecto para irme volando de aquí.

—Debo irme.— los saludo a cada uno y salgo de casa antes de que alguno de los dos me haga una pregunta en la que tenga que dar una respuesta que no tenga.

En el ascensor,abro el grupo de chat con amigos y mandó un mensaje.

Jo:

Bajando.