Viento discípulo (1/4)

Cap. 10.- Lucha entre Supremos

Hua Cheng, He Xuan y Qi Rong se situaron frente al grupo de cultivadores antes de que avanzarán más.

— Como ya dijo Lan WangJi, esto es entre Niebla Densa y nosotros tres, así que nos haremos cargo en cuanto aparezca— dijo Hua Cheng—. Ustedes hagan lo que quieran, pero no nos estorben.

— Aunque sería mejor si se largan de una vez— dijo Qi Rong.

— No podemos— dijo Lan WangJi.

Wei WuXian, Jiang Cheng y Lan XiChen asintieron en acuerdo. Ahora que sabían la identidad de la calamidad, debían hacerse cargo de su parte: Xue Yang podía causar un daño considerable al mundo del cultivo teniendo los apuntes de Wei WuXian y el sello de Tigre Estigio, y si podían detenerlo aquí no dudarían en entrar a la batalla. Era mejor reducir el potencial daño de la catástrofe.

He Xuan volteó hacia Lan Feng, que permaneció cuidadosamente alejado de él. No quería tener más poder espiritual que terminará por provocar una muerte dolorosa, no gracias, él quería seguir viviendo mucho tiempo; no pudo evitar una pequeña risa al pensar en esto: vivir mucho tiempo siendo cultivador, con el riesgo de morir en una cacería...

Que broma.

El grupo siguió caminando, sin que hubiera un solo rastro de niebla alrededor. Cuando ya habían recorrido gran parte del camino que conducía a las ruinas de Ciudad sin Noche escucharon una risa burlona, seguida de una voz.

— Buscaba la última debilidad y ésta vino a mi puerta, no lo puedo creer.

— Ya todos sabemos quién eres, ¿por qué no vienes y te muestras de una vez?— dijo Wei WuXian.

La risa burlona volvió, y un joven vestido de negro con gris apareció, recorrió al grupo con la mirada y dijo:

— Cuánta gente vino a visitarme, me siento halagado. Incluso mis viejos amigos Supremos aparecieron, aunque... ¿no es muy imprudente de tu parte haber venido, Hua Cheng? ¿La estupidez de Qi Rong te contagió?

Hua Cheng apretó los puños, lo que provocó una sonrisa por parte de Xue Yang. Su mirada se dirigió a Lan Feng y su sonrisa se amplió dejando ver un rastro de maldad; al darse cuenta de esto Lan Feng retrocedió un paso y He Xuan se interpuso entre los dos.

— ¡Ja! Lo sabía— dijo Xue Yang, extendiendo la mano.

Al instante, una espada de negro resplandor apareció y finalmente Xue Yang miró a los cultivadores que estaban allí.

— Como puedes ver, mayor Wei, ahora estoy en otra liga, pero aún así te sigo considerando mi mayor. Podría decirse que fuiste mi maestro indirecto.

— Nada de esto estaría pasando si realmente fuera tu maestro— dijo Wei WuXian.

— Eso no lo sabemos. Pero ya fue suficiente de charla, si me disculpan voy a tomar lo que tan generosamente han traído a mi guarida.

Xue Yang se abalanzó contra He Xuan con su espada en alto. Para su sorpresa, la hoja de Jiangzai chocó contra la hoja de E-Ming: Hua Cheng se había interpuesto entre las dos calamidades y obligó a su contrincante a retroceder bruscamente. El ojo en la empuñadura giraba locamente, contrariamente a como lo había hecho en su primera aparición: mientras que en esa ocasión giraba con alegría al ver a Wei WuXian, ahora se movía con furia desmedida al entrar en batalla, como si Xue Yang lo hubiera ofendido de alguna manera.

— Afuera— dijo Xue Yang llevando su mano libre al pecho, sacando el sello de Tigre Estigio.

— No puede ser...— dijo Wei WuXian.

Lan Feng observó el amuleto maldito. Había visto un dibujo de cómo lucía el sello cuando sus dos mitades estaban completas durante una lección particular: Lan JingYi y Jin Ling le habían preguntado a Wei WuXian como era el sello que había creado y éste había hecho un dibujo. Al comparar aquel boceto con el amuleto en la mano de Xue Yang se dio cuenta de que eran iguales. Su mente comenzó a dar vueltas preguntándose cómo era eso posible, por lo que él sabía una de las mitades se había perdido cuando Wei WuXian murió y solía decirse que la mitad restante había sido sepultada junto con los cadáveres de Nie MingJue y Jin GuangYao. En resumen, no había manera de que el sello del Tigre Estigio pudiera estar completo.